Al igual que el 8 de marzo del año pasado, 2023 también vivirá una división en las manifestaciones por el Día Internacional de la Mujer. Dos marchas distintas recorrerán las calles de Madrid el próximo miércoles, ambas opuestas, con diferencias en sus reivindicaciones pero con puntos en común.
El color morado invadirá Madrid, pero de nuevo en dos manifestaciones diferentes. Saldrán desde el mismo punto, desde Atocha y con tan solo media hora de diferencia, aunque los recorridos serán distintos.
A las 19 horas de la tarde, tendrá lugar la marcha que convoca la Comisión 8M, la "manifestación histórica", aseguran, desde los años 70. Abiertamente a favor de la ley trans y de que el consentimiento no se toque en laley del 'solo sí es sí', entre sus luchas: una sanidad pública que cuide a las mujeres, acabar con el patriarcado capitalista y con la cultura de la violación.
"Cabemos todas, cabemos todes, porque es un espacio seguro para todas las personas que quieran venir", señaló el pasado viernes Julia Tabernero, portavoz de la Comisión 8M, en una rueda de prensa. En esta marcha es donde el año pasado vimos a ministras socialistas y también a la ministra de Igualdad, Irene Montero.
Frente a ella está el movimiento feminista convocante de la otra manifestación, y que pide la dimisión de la ministra Montero. La abolición de la prostitución es su principal reivindicación. Y entre otras cuestiones, pide también acabar con la brecha laboral, la violencia obstétrica y se posiciona en contra de la ley trans.
"Hemos repetido hasta la saciedad que nuestra crítica no es al colectivo, sino a las legislaciones de borrado de las mujeres", explicó el pasado jueves Lola Venegas, portavoz del Movimiento Feminista de Madrid, en la presentación de su manifiesto para el 8M.
Ambos movimientos tienen muchos puntos en común, el principal la lucha contra la violencia machista, además coinciden también en insistir en que son las mujeres las que convocan las marchas y detrás no está ningún partido político.