Siguen conociéndose detalles de la investigación acerca del crimen ocurrido en Huétor Tájar (Granada), donde un hombre mató a sus dos nietos menores de edad. El abuelo habría matado primero al nieto mayor disparándole por la espalda y, horas después, al pequeño, al que asfixió.

El hombre lanzó un primer tiro al aire desde la ventana cuando vio llegar a la Guardia Civil a su vivienda. Poco después de atrincherarse con sus nietos, el abuelo habría efectuado el segundo ya en el interior de la vivienda. Ese segundo disparo sería el que habría acabado con la vida del nieto mayor, de 12 años. Un tiro con la escopeta y por la espalda.

Fuentes de la investigación señalan, además, que uno de los hermanos habló con su padre por teléfono. Un médico también se comunicó con abuelo, que le aseguró que los niños estaban bien y que iban a dormir en su casa. Desde que se encierra con los menores hasta que los agentes entran pasan varias horas, una negociación larga, tensa y difícil. Los agentes trabajan siempre con la hipótesis de que están vivos, pero al acceder a la casa encontraron los tres cuerpos.

Según los vecinos, la relación entre el abuelo y su yerno se había complicado tras el accidente que sufrió en marzo, en el que murieron la abuela y la madre de los menores. El coche lo conducía el hombre, de 72 años, y también iban los menores.

Volviendo al día del atrincheramiento, se produjo una discusión. Hay quienes apuntan a que el el abuelo discutió con el yerno porque seguía conduciendo sin carnet tras el accidente. El padre de los niños continúa sedado en un hospital en Granada, donde ha sufrido varias crisis de ansiedad.