A Alfonso Cruz le tiembla la voz cuando cuenta una de sus primeras experiencias como voluntario: "Cuando me dijo que estaba cansado se lanzó sobre mí, me dio un abrazo y todavía me emociono cuando lo recuerdo".
Desde hace meses, acompaña a niños que están solos en el hospital. "Estamos con los niños 24 horas, desde que nos llama el hospital hasta que les dan el alta, a veces son días; a veces, semanas y, a veces, son muchos meses", explica Majo Gimeno, fundadora y presidenta de 'Mamás en Acción'.
Su ONG lleva en marcha más de una década. "Cuando abro una puerta no veo cables, no veo vías, no veo traqueos, no veo nada, veo niños perfectos en un mundo imperfecto", cuenta Yolanda Alvarado, voluntaria.
Niños que no tienen un padre o una madre al lado durante su ingreso. "Hay niños que sufren maltrato doméstico, hay padres que tienen que elegir entre acompañar a su hijo en el hospital o perder el empleo y engrosarían el perfil tres, los niños tutelados en España", añade Gimeno.
En todos estos años, los más de 3.000 voluntarios ya han acompañado a más de 600 menores hospitalizados. "Ellos solo necesitan una pizca de nuestro cariño, una mano, un rato de pasarlo bien para olvidarse de lo que están viviendo aquí dentro", subraya Pablo Tárrega, voluntario.
Esa compañía, esa mano que les apoya cuando más lo necesitan, tiene efectos directos en su salud. "Todo mejora porque reduce la ansiedad, el miedo, la angustia, su sistema inmune se eleva y son más receptivos al tratamiento", destaca Gimeno.
'Mamás en Acción' está presente en 23 hospitales de todo el país, su objetivo es hacer lo mismo en otros 15 en los próximos meses y son los propios hospitales los que solicitan a sus voluntarios. "Es la mejor decisión que podía haber tomado en mi vida", relata Sara Abad, voluntaria.
Ese pequeño gesto, ese acompañamiento, enriquece a unos y a otros. A los más vulnerables los aleja del miedo y la soledad.
Se queja, pero no vive ahí
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