El jefe de la estación de ferrocarriles de la ciudad griega de Larissa, un hombre de 59 años, ha sido detenido este miércoles, acusado por delitos de homicidio involuntario tras la colisión de dos trenes en Grecia central que ha dejado más de 40 víctimas mortales.
Según la prensa local, el detenido también está acusado de provocación de lesiones corporales de forma involuntaria, así como de interferencia peligrosa en el tráfico de medios de transporte. El hombre, arrestado hoy por la Policía de Larissa, era el responsable de la gestión de los trenes que circulaban en el tramo en el que se produjo el accidente poco antes de la medianoche del martes, y en su testimonio señaló que dio orden para que el tren cambiara de vía, pero que el sistema no obedeció.
En el marco de la investigación ordenada por la fiscalía, prestaron testimonio también otros dos funcionarios, mientras que el responsable de la empresa Hellenic Train –a la que pertenecen ambos trenes– fue interrogado esta mañana por la Policía.
"Me comprometo a que se esclarezcan las causas de esta tragedia. Haremos todo lo posible para que no suceda nunca más una cosa como esta", dijo el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, en el lugar del siniestro.
Según la televisión privada SKAI, las autoridades esperan tener más información sobre las causas que condujeron al siniestro cuando lleguen a sus manos las conversaciones grabadas en los críticos minutos previos al momento de la colisión.