Ana Julia Quezada lleva año y medio aislada en una celda de 11 metros cuadrados, que comparte con una presa de confianza. Un miembro de una asociación de funcionarios de prisiones explica que "hace el desayuno, la comida y la cena en la celda".
Según el entrevistado, nunca ve al resto de internas y tan solo es acompañada y vigilada por la presa de confianza. Además, apunta que "estos internos son formados por Instituciones Penitenciarias para que desempeñen su función y reciben una compensación económica".
En el modulo de mujeres de esta prisión hay 50 celdas, que están distribuidas en dos pasillos. Donde vive Ana Julia hay 14 y solo está ella, tal y como nos cuenta este funcionario.
El resto de presas está en el otro pasillo y están separadas por una especie de muro para evitar que se vean y "preservar su vida y su integridad física". De hecho, no es la primera vez que ha tenido un problema, otra interna amenazó con matarla.
Ana Julia Quezada fue la que pidió este régimen de aislamiento y el centro penitenciario estuvo de acuerdo.