"Hoy, desde la cúpula del odio que me asedia desde hace días, me ha llegado, entre muchas, una frase que ha querido disparar a matar. Es esta: '¿te duele el culo sinvergüenza?'". Con este mensaje en sus redes, el escritor Alejandro Palomas denuncia los mensajes de odio que recibe diariamente tras ser cabeza visible de la lucha contra la pederastia en la Iglesia.

Tras estos ataques, eran otros muchos los que mostraban a Palomas su agradecimiento por haber dado voz a una realidad de abusos silenciada en nuestro país durante años. "Hay muchos más y más violentos... Pero estoy fuerte. Estamos fuertes", añadía después el escritor.

El relato de abusos de Palomas

Hace unas semanas, Palomas, Premio Nadal 2018, revelaba los abusos que sufrió por parte de un hermano de La Salle Premiá de Mar cuando tenía entre 8 y 9 años.

El escritor habla de su violador como 'hermano L', aunque no revela si esa es la inicial real de su nombre. Le describe como "un tío muy popular", "era como el gran papá y yo era un niño muy vulnerable (...) Empezó la historia porque yo empecé a enfermar. Tenía mucha amigdalitis y enfermaba muy rápido. El proceso era llamar a casa, me llevaban a casa y el que me llevaba era él", señala.

Fue en esos viajes donde empezaron los abusos. "Él me estiraba en el asiento trasero del coche, estaba muy débil. Con la mano derecha me iba manoseando mientras conducía. Me bajaba los calzoncillos, me hurgaba y me metía mano. Intercalaba eso mientras se masturbaba (...) Temía ponerme enfermo porque temía estos viajes. Mis padres lo querían mucho", explica.

Alejandro Palomas

Y ahonda en un episodio concreto. "Hubo una vez que lo que hizo fue parar el coche. Paramos en una especie de riera, entró en la parte de atrás, me incorporó, me puso la cabeza en sus piernas y a partir de entonces me bajó los pantalones, los calzoncillos, intentó masturbarme. Al mismo tiempo que él se masturbaba. Ahí ocurrió algo y él terminó, eyaculó, entiendo y cuando pasó esto se enfadó muchísimo porque él tenía momentos de violencia, cambios de humor. De repente me echó a un lado y cuando bajó del coche me dijo una frase que se repitió mucho". "¿Ves lo que me haces hacer?", desvela Palomas que le decía a menudo.

Pero los abusos no se quedaron ahí. "El gran punto de inflexión físico fue la violación. La violación ocurrió en la casa de colonia. Verano, entre cuarto y quinto. Estaba jugando un partido de tenis. Alguien me tiró una piedra y me fue a dar en el ojo, me reventó el cristal de las gafas y tenía todos los cristales incrustados en el ojo. Me llevaron a la enfermería y el encargado era el 'hermano L'. Estuvieron durante mucho rato quitándome los cristales de los ojos. Me quitaron la ropa y me quedé solo en calzoncillos. Él decidió que tenía que quedarme ingresado 24 horas, en observación. Me tumbaron, me pusieron una sábana y ya. A la hora de dormir vino él y lo que hizo fue decirme que como tenía tanto miedo de que yo me hiciera daño, lo que hizo fue atarme las manos (...) Me puso de lado y se fue. A partir de ese momento llegó la noche más larga de mi vida de niño. Entré niño y salí superviviente", cuenta.

"Se tumbó. Las dos primeras veces se pegó a mi lado. Empezó a frotarse contra mí. Las dos primeras veces intentó introducirme el dedo en el ano. Yo me escurría. La tercera ocasión llegó con algo, una pomada o así y entonces me penetró con el pene. Me dolió muchísimo", explicó en conversación con laSexta.

Tras el verano, el 'hermano L' se convirtió en su tutor y buscó otra forma de pasar tiempo a solas con él. Fue a través de clases extra para sacar todo su rendimiento literario, algo en lo que Palomas ya despuntaba. "Durante el recreo de la comida me daba esta clase extra que suponía ir a su habitación. Se sentaba conmigo y repasábamos la redacción. Duraba tres minutos el máster y luego empezaba el infierno (...) Al final lo que quería era sentarme encima de él y masturbarse contra mí. Intentó dos veces que le hiciera una felación", describe el escritor.

Palomas finalmente se lo contó a sus padres que fueron al colegio al denunciarlo. Entonces el colegio les dijo que lo resolverían como una "cuestión interna" y "les pidieron discreción". Todo un infierno por el que más de 40 años después, el escritor no ha regresado a ese pueblo. El 'hermano L' sigue vivo.

Comisión de investigación

El relato de Palomas tuvo respuesta y el escritor se reunió días después con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que le aseguró que haría todo lo que estuviera en su mano para ayudar a los menores abusados por la Iglesia.

Este mismo lunes, el PSOE registró una proposición no de ley en el Congreso para que se investiguen los abusos a menores cometidos, presuntamente, en el seno de la Iglesia católica durante años.

Sería unacomisión que dependa del Defensor del Pueblo y que cuente con expertos, asociaciones de víctimas y la propia Iglesia. El objetivo, explican, es "elevar un informe al Gobierno y a las Cortes para acabar con esta dinámica".