La 'Marcha de la Dignidad' tropieza con la alcaldesa de Madrid, Ana Botella. No entienden el enorme despliegue policial en Madrid. Habrá 1.600 antidisturbios, más que durante las movilizaciones del 15M, para controlar a jubilados, trabajadores y gente en paro que, dicen, protestan pacíficamente. Creen que buscan meterles miedo.