Ángel Boza, el miembro de 'La Manada' detenido por un intento de robo en un Corte Inglés de Sevilla, tiene antecedentes por robo con violencia, según confirmó su abogado al ir a visitarle antes de pasar a disposición judicial.
También se le retiró dos veces el carnet en 2014 y 2016 por conducir bajo los efectos del alcohol, desobedecer a la Policía y en la última ocasión, por saltarse un semáforo a gran velocidad. El permiso lo recuperó hace tan solo unos días.
Tras la detención de Boza se ha sabido que los miembros de 'La Manada' tienen una causa abierta por haber sido pillados robando nueve pares de gafas en un comercio en San Sebastián.
El detenido es quien se besó con la víctima de los Sanfermines antes de entrar en el portal y también fue él quien la introdujo. No se le conoce ninguna profesión y en la cárcel aprovechó para sacarse los estudios básicos que nunca terminó. Boza es el único que no está implicado en las presuntas agresiones de Pozoblanco.
Según fuentes policiales, en el atestado policial del intento de robo se recoge que Boza se quiso hacer con unas gafas de sol valoradas en unos 200 euros, para lo que accedió al centro comercial y se aproximó a un expositor, pidiendo al dependiente ver unas gafas en concreto.
En ese momento, habría aprovechado un descuido del vendedor para quitar la alarma de seguridad a las gafas y colocar en el expositor otras que llevaba consigo, indicando que finalmente no las iba a comprar.
Sin embargo, el encargado de la tienda se dio cuenta y avisó a los servicios de seguridad del centro comercial, que lo localizaron en el aparcamiento, donde uno de los vigilantes resultó herido por un golpe del coche que conducía Boza, mientras que el otro tuvo que esquivarlo antes de que se marchase en dirección a la salida de la barriada de Nervión para acceder posteriormente a la avenida de Menéndez y Pelayo.
Allí, fue interceptado por una patrulla policial secreta que tenía los datos de modelo y matrícula del coche que conducía; en el momento en el que le dieron el alta llevaba puestas las mismas gafas de sol, que guardó en la guantera cuando el agente se aproximó al vehículo ya a pie. En ese momento, según el atestado, le dijo a los agentes que si le habían dado el alto por el golpe que un guardia de seguridad le había dado en el aparcamiento del centro comercial.