El presunto pederasta de Ciudad Lineal, Antonio Ortiz, no tiene ningún trastorno psiquiátrico que le impida discernir las conductas delictivas, pero si sufre un trastorno de personalidad con rasgos disociales y narcisistas, con baja empatía, tendencia a la manipulación e incapacidad de sentir culpa.
Así lo refleja el informe psiquiátrico forense encargado en la instrucción del caso, que ha sido entregado a las partes, según han informado fuentes jurídicas. Los forenses dicen que no presenta ningún trastorno que le impida distinguir lo que está bien, de lo que está mal. Además, Ortiz niega las agresiones y dice que a él sólo le gustan las niñas desde un punto de vista sano.
Tras precisar que Antonio Ortiz "no padece ningún trastorno psiquiátrico que afecte a su capacidad para conocer y comprender las conductas delictivas y las que no lo son, ni a su voluntad para actuar conforme a dicha capacidad".
Añade que sí tiene un trastorno de personalidad "con rasgos disociales y narcisistas", con "bajo nivel de empatía y tendencia a la manipulación, superficialidad afectiva, una baja tolerancia a la frustración con incapacidad de sentir culpa y aprender de la experiencia.
Según el informe, también le caracteriza "un sentido elevado de sí mismo y dificultad de asumir responsabilidades situándose en posición de víctima con tendencia a externalizar el origen de sus conflictos".
La partes también han conocido recientemente que el titular del Juzgado de Instrucción dos de Madrid, Arturo Zamarriego, ha decidido mantener en prisión provisional a Antonio Ortiz en virtud del resultado de las ruedas de reconocimiento, las pruebas de ADN y las huellas encontradas en uno de los pisos, además de por la gravedad de los delitos que se le imputan.
Zamarriego también ha acordado inhibirse en el Juzgado de Instrucción once, ya que ahora se ha sabido que éste fue el primero que recibió una denuncia en relación con el encausado.