El fuego no da tregua en los montes gallegos, con tres incendios activos, y el viento no hace más que complicar la situación. El incendio de Caldas de Reis (Pontevedra) ha quemado ya 450 hectáreas, según el último dato facilitado por la Xunta, y 400 otro fuego activo en Boiro, A Coruña, donde preocupa la cercanía de la llamas con algunas casas.
Los vecinos denuncian la falta de medios mientras tratan de sofocar las llamas con sus propios cubos y mangueras y tratan de mantenerlas fuera de sus casas desde la madrugada de este jueves. Así ha ocurrido también en Vilagarcía de Arousa (Pontevedra), donde vecinos de 25 viviendas desalojadas esta madrugada han regresado ya a sus casas y han seguido ayudando a los bomberos.
En el vídeo que acompaña estas líneas se ve cómo un hombre y una mujer intentaban contener el fuego para evitar que alcanzara su vivienda. Piden que no se deje crecer la maleza y los eucaliptos, especie que favorece la propagación de los incendios.
En Caldas, el Gobierno gallego ha decretado la situación dos, medida preventiva por la proximidad de las llamas, originadas en la parroquia de Saiar, al núcleo de Porteliña. Las últimas horas han sido complicadas allí, según Protección Civil, pues hubo desalojos, cortes de carretera y mucha tensión, ante unas llamas avanzando sin control.
Con todo, el alcalde de la localidad, Juan Manuel Rey, ha confirmado que la situación en el municipio "está mejor que esta pasada noche" y ahora "parece que ya no hay riesgo para las casas". En el punto trabajan 4 técnicos, 6 agentes, 30 brigadas, 24 motobombas, 5 palas, 4 aviones y 4 helicópteros. Asimismo, se ha solicitado el apoyo de la Unidad Militar de Emergencias (UME).
En Boiro el fuego se desató en la parroquia de Cures. Allí también se ha decretado el nivel dos de emergencia al acerarse las llamas al núcleo poblacional de Piñeiro. En uno y otro lugar, el panorama ha sido complejo esta noche, por el fuerte viento del nordeste, el cual está complicando las labores de control.
En Barcela, en Arbo (Pontevedra), ha sido desactivada la situación dos, al desaparecer el peligro.
Las llamas amenazan Galicia
Más de 28.000 hectáreas han ardido en Galicia en lo que va de verano. 2.000 en los últimos días en nueve incendios forestales. El de Verín, con más de una decena de focos, y de origen intencionado, es el más grande, con 600 hectáreas calcinadas.
Ourense y Pontevedra son las provincias más afectadas por el fuego, pero toda la comunidad está viviendo un verano de desalojos, carreteras cortadas, y llamas que no dan tregua.
Desde junio en Galicia, que en el 2021 tuvo su cifra más baja de incendios en 38 años, ha ardido el extremo oriental, el sur de Ourense, la Cuenca del Miño y ahora las Rias Baixas.
A finales de julio, un incendio de más de diez días en Lugo arrasó 11.000 hectáreas, la mayor superficie quemado en Galicia desde que hay registros.
La ausencia de lluvias, con un mes de mayo inusualmente seco y las altísimas temperaturas, ya avisaban de lo que podría ocurrir a pesar de que Galicia es la comunidad que más invierte en prevención y extinción de incendios.
Medio Rural recuerda en la nota remitida a la prensa que está a disposición de la ciudadanía el teléfono gratuito 085, al que deberán llamar si detectan un incendio forestal. Además, existe un teléfono anónimo y gratuito para denunciar cualquier actividad intencionada delictiva sospechosa o conocida: 900 815 085. Asimismo, toda la información actualizada sobre incendios forestales se puede consultar en la cuenta abierta de twitter: @incendios085.
Negacionismo climático
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