El Ayuntamiento de Marbella (Málaga) es el último en pedir a la Junta de Andalucía que autorice la caza de jabalíes en el entorno urbano. En los últimos días, veíamos a los animales campando a sus anchas, incluso, en la playa. El Consistorio pide que sean arqueros profesionales los que les den caza. Esta técnica ya se utiliza en comunidades como la de Madrid, pero está generando conflicto con los ecologistas, que advierten de los peligros tanto para la fauna como para el ser humano.
Estos jabalíes, adultos y crías, se encuentran de paseo por conciertos y también aparecen en las playas de la ciudad. La situación atemoriza a diario a poblaciones enteras, donde no hay semana que se libren. Por eso, ayuntamientos como el de Marbella o el de Mijas han pedido a la Junta de Andalucía que busquen soluciones.
Y esas soluciones pasan por la precisión del arco y la discreción del arquero. "No sufren nada porque la muerte es instantánea", explica Carlos García Gallego, presidente del Club Arquero de la Sagra. Una técnica permitida desde hace más de una década en la Comunidad de Madrid. Pero como sacan la flecha del portador, sale la polémica del cajón.
Ecologistas en Acción se opone a este tipo de medidas y alerta del peligro que supone dar caza a estos animales tanto para la fauna como para el ser humano. Aunque desde la Asociación de Caza andaluza aseguran que lejos de ser un peligro es un beneficio común. Daniel González, delegado de Caza con Arco de Andalucía, ha defendido que "aquí realmente no es un caza, sino un control de población". "Es lo mismo que se controla una rata, una cucaracha, una paloma...", ha justificado.
Además, advierten de que cada vez hay más jabalíes de zonas urbanas por nuestra culpa, por eso, invitan a gestionar bien los residuos para que ellos no tengan que cargar con el arco en pleno centro de las ciudades.
Todos los implicados actuaron a sabiendas de la edad
Detenidas 11 personas por agredir sexualmente a una menor de 13 años a la que manipularon a través de una aplicación de citas
Han sido arrestados en Ciudad Real, Guadalajara, Toledo, Madrid, Tarragona y Málaga. Le pedían tener encuentros y material pornográfico. Están acusados de agresión sexual y corrupción de menores.