Cuatro miembros de La Manada afrontan desde el lunes el juicio por presuntos abusos sexuales y atentado contra la intimidad a una joven en Pozoblanco (Córdoba), delitos por los que la Fiscalía solicita siete años de prisión para cada uno de ellos. En su escrito de acusación, el fiscal imputa estos delitos a Alfonso Jesús Cabezuelo, José Ángel Prenda, Antonio Manuel Guerrero y Jesús Escudero, que ya han sido trasladados a la cárcel cordobesa de Alcolea para ser enjuiciados desde mañana en una vista que se prolongará hasta el próximo jueves.
La investigación de este caso se inició a raíz de la agresión sexual en los Sanfermines de Pamplona de 2016 por el que los cinco miembros de La Manada ya han sido condenados a 15 años de prisión cada uno y en base a un vídeo que los acusados compartieron en un grupo de WhatsApp compuesto por una veintena de personas. En dicho vídeo se ve a una joven cordobesa inconsciente en un coche, sentada en la parte de atrás entre dos de los acusados, mientras que un tercero conducía y el cuarto iba de copiloto.
Según el fiscal, los cuatro acusados acudieron en la noche del 1 de mayo de 2016 a la feria de la localidad de Torrecampo (Córdoba) y en una caseta coincidieron con la víctima, que estaba en compañía de unos amigos. Durante la noche, los acusados y la víctima, que consumió diversas bebidas alcohólicas, entablaron conversación y cuando cerró la caseta, sobre las 7.15 horas, Alfonso Jesús Cabezuelo se ofreció a llevarla en coche a Pozoblanco. El fiscal relata que al coche se subieron Antonio Manuel Guerrero y José Ángel Prenda en los asientos delanteros y los otros dos acusados con la joven en los traseros. La víctima, prosigue la Fiscalía, "cayó en un estado de profunda inconsciencia", sin que se haya podido determinar si fue debido al alcohol que ingirió o a que le dieron alguna sustancia estupefaciente, hasta el punto de no recordar lo sucedido.
En el coche, todos los acusados comenzaron a realizarle "diversos tocamientos de carácter sexual" y José Ángel Prenda, con el "concierto previo de todos ellos", grabó lo sucedido con el móvil propiedad de Antonio Manuel Guerrero "sin conocimiento ni consentimiento de la perjudicada". Esas imágenes fueron enviadas, con el "ánimo de vejar y vulnerar la intimidad" de la joven, sobre las 7.45 horas desde ese móvil al chat llamado La Manada, en el que participaban los cuatro acusados y otras tres personas más. Poco después, desde el teléfono de José Ángel Prenda, se envió el mismo archivo de vídeo al chat El Peligro, con una veintena de personas. Una vez en Pozoblanco, tres de los acusados se bajaron del vehículo, mientras que Alfonso Jesús Cabezuelo, junto con la joven, continuó la marcha hasta llegar a un lugar no determinado.
Allí, el acusado detuvo el vehículo y dado que la chica ya había despertado, le dijo que "le hiciese una felación", a lo que ella se negó, por lo que Cabezuelo la golpeó en la cara, en el brazo y la empujó para que saliese del coche. En septiembre de 2016, esos archivos de vídeo salieron a la luz fruto de una investigación que se estaba desarrollando en Pamplona por la agresión sexual de La Manada a una joven madrileña durante los Sanfermines. Fue entonces cuando la víctima de Pozoblanco tuvo conocimiento de los mismos, lo que le provocó "estrés postraumático". El fiscal pide tres años de prisión para cada uno de los cuatro acusados al considerarlos autores de un delito de abusos sexuales, así como otros cuatro años como supuestos autores de un delito contra la intimidad. Para Cabezuelo el fiscal pide además dos meses de multa a razón de 12 euros día al considerarlo autor de un delito leve de lesiones.
El abogado de 'La Manada' pide anular como prueba el vídeo de los tocamientos a una joven en Pozoblanco
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