La agente Amber Guyger, de 30 años y de raza blanca, regresaba a su casa el jueves por la noche cuando, pensando que entraba en su vivienda, entró en la de su vecino, Botham Jean, de 26 años, un hombre negro, y abrió fuego contra él.
La mujer, que fue detenida el domingo, declaró ante el juez que ese día había terminado un turno de 15 horas de trabajo y el cansancio hizo que estacionara su vehículo en la planta equivocada del edificio residencial en el que vive. Además, aseguró que la puerta no estaba bloqueada, por lo que pudo entrar sin forzarla.
La víctima fue llevada de inmediato a un hospital de Dallas, pero falleció horas después tras no superar las heridas de bala. Tres días más tarde, la agente fue encarcelada en el condado de Kaufman, de la que salió poco después tras depositar la fianza de 300.000 dólares fijada por el juez.
Según el diario 'The Dallas Morning News', el ingreso en prisión se produjo a última hora de la tarde del domingo y una hora después la agente policial ya no figuraba en el registro de la cárcel.
Este hecho y la tardanza en la detención ha generado las protestas de la familia de la víctima, que lo atribuyen al hecho de que se trate de una policía. "No queremos que nadie se pierda (el detalle de) que, si hubiera sido un ciudadano regular (Guyger) nunca habría salido de la escena del crimen", dijo Lee Merritt, el abogado de la familia, en declaraciones al periódico The Hill.
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