Cansado de sobresaltos, el Ayuntamiento de Barberà del Vallès (Barcelona), ha optado por custodiar cada noche la figura del Niño Jesús del pesebre municipal. Un agente de policía se encarga de recoger puntualmente la imagen y llevarla en brazos y coche patrulla a la comisaría. Después la devuelven por la mañana para disfrute de los paseantes. Los vecinos preferirían que la medida no fuese necesaria, pero entienden que los "secuestros" gamberros que empezaron hace dos décadas no dejan otra opción.

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¿Qué es lo que pasa? Cada noche navideña, un agente de policía local entra en el pesebre municipal de Barberà del Vallés, en Barcelona. Saca al Niño Jesús de los cálidos brazos de su madre, lo monta en el coche patrulla y se lo lleva a dormir a la comisaría. Si de camino les surge un servicio urgente, se van con la figura sagrada a donde haga falta.

  • Esta curiosa "Operación Niño Jesús" es la solución que ha encontrado el Ayuntamiento para evitar unos robos que se habían vuelto tristemente tradicionales. "La idea viene de hace casi veinte años cuando una Navidad nos lo robaron", explica el alcalde, Xavier Garcés.
  • A algunos parroquianos de la localidad, sin embargo, este "secuestro preventivo" ya convertido en costumbre, les escama. "El Niño no es un delincuente para llevarlo a la comisaria. Me sabe feo", cuenta irónico un vecino.

Para saber más. Puede parecer curioso, pero este tipo de precauciones para proteger los pesebres municipales se están volviendo cada vez más habituales ante la frecuencia creciente de actos vandálicos y robos.

  • La Policía Local de León identificó el día después de Navidad a un menor que había derribado varias figuras del Nacimiento municipal.
  • En Calahorra (La Rioja), esta misma Navidad, un encapuchado a plena luz del día destrozó a martillazos un pesebre. Una semana después, el autor, un vecino de la localidad según la policía local, fue detenido. Aquí ya llovía sobre mojado porque el año anterior, un hombre se había llevado también la figura del Niño Jesús de un pesebre municipal escondiéndolo debajo de su abrigo. Algunos vecinos y cámaras de seguridad grabaron el robo y pocos días más tarde fue identificado. Declaró que estaba bajo los efectos del alcohol.

Para nota. El robo del Niño Jesús es un acto vandálico recurrente que puede tener motivaciones gamberras o de denuncia social. De las primeras saben bastante en Lepe (en Huelva), donde lo han sustraído en algunas ocasiones e incluso una vez apareció al día siguiente en una discoteca.

  • De los robos con fines activistas pueden dar fe en Santiago de Compostela. En 2012, la figura del Niño fue robada de la Plaza del Obradoiro por un colectivo que protestaba por los desahucios y reclamaba la dación en pago. Pocos días después, los “secuestradores” dejaron la imagen en perfecto estado en un cajero de la ciudad.
  • También las “FEMEN” han protagonizado en varias ocasiones mediáticos intentos de secuestro del Niño Jesús en el Vaticano. Nunca lo han conseguido (y probablemente era lo de menos). Pero sus lemas se han escuchado por todo el mundo gracias a la difusión del caos creado por las agencias internacionales. Parece que, por unos motivos o por otros, no corren buenos tiempos para ser el pequeño del portal de Belén.