El Tribunal Supremo ha dado la razón a un hombre divorciado, padre de dos hijos, que había solicitado que la pareja de su exmujer perdiera el derecho a disfrutar del uso de su casa, en bienes gananciales. Una sentencia que abre un nuevo camino judicial y que tendrá relevancia en todos los procesos de divorcio.

El hombre, que prefiere mantener su anonimato, cuenta en Más de uno cómo inició el proceso y cuáles han sido los pasos que ha dado hasta que el Pleno de la Sala Primera del Supremo ha establecido que su exmujer, una vez se liquide la sociedad de gananciales, deberá abandonar la vivienda.

"La nueva pareja se fue a vivir a una vivienda que yo pago al 50%. Sé que esta persona tiene capacidad económica para hacerse cargo de la parte de la vivienda que yo estoy pagando", añade el demandante.

Fue en julio de 2014 cuando la nueva pareja de su exmujer comenzó a vivir en la vivienda familiar. Momento en el que decidió emprender acciones legales para modificar las condiciones del divorcio. "Investigué y busqué en Internet una sentencia de 2007 en Almería que iba en esta dirección", explica el hombre en Onda Cero.

Su abogado no le dió muchas esperanzas, por lo que decidió prescindir de él para seguir adelante con su demanda. "No hubo opción de llegar a acuerdo con la otra parte. No había relación con la madre de los niños", explica.