Un invento cordobés hace posible que el aire que respiramos se convierta en agua apta para el consumo. Carlos García, director general de 'GENAQ', explica su funcionamiento: "Bajamos la temperatura del aire ambiental por debajo del punto de rocío, de tal manera que se replica el proceso de la lluvia y condensa agua".
A continuación, este agua pasa por un tratamiento que la convierte en de "igual o mejor calidad que el agua embotellada mineral", tal y como subraya Carlos García, a lo que añade que se trata de "una alternativa mucho más barata que el agua embotellada". Y es que si hay algo que no tiene comparación es el coste de producción, que es "de alrededor de tres céntimos por litro de agua".
Esta tecnología española ya ha viajado a más de 65 países, "desde empresas hoteleras que quieren eliminar el agua embotellada en plástico y lo sustituyen por generadores de agua, hasta ejércitos", tal y como indica María Velasco, directora comercial de 'GENAQ'
Además, esta empresa podría ser clave en episodios de cortes por sequía o contaminación del agua. "En lugar de esos camiones cisterna que se están usando, esta solución también puede ser una alternativa para el consumo humano", defiende Velasco.
Estas fábricas de agua también son muy importantes en comunidades remotas de Colombia, donde ya se abastecen de este invento. Naciones Unidas o Cruz Roja ya han contado con esta empresa que ha demostrado que sí se puede beber del aire.