Libros, cuadernos, lápices y bolígrafos: la mochila está preparada un año más para hacer frente a un nuevo curso escolar, cada vez más similar a los que vivimos antes de la pandemia. Si bien las mascarillas todavía no permiten percibir el olor a tiza de las pizarras, la vuelta al cole se hace ya con atisbos de la vieja normalidad.
Para muchos, este año es el primero en un nuevo colegio y las familias cada vez toman mayor conciencia ambiental a la hora de escoger el centro de sus hijos e hijas. De hecho, según el estudio "La educación ambiental en el entorno familiar" de More than Research para Naturaliza, un proyecto de Ecoembes, el 73% de los padres cree que es clave que en los colegios se imparta educación ambiental a la hora de escogerlo.
En el caso de Víctor, su niño de dos años acaba de volver a la guardería. Si bien el proyecto educativo no ha sido determinante a la hora de buscar un centro donde enviar al peque, sí lo será cuando sea más mayor. "La educación ambiental a esta edad todavía es muy básica: el año pasado aprendieron las estaciones y que el agua no hay que malgastarla porque es muy valiosa", señala en declaraciones a esta cadena. "Sí conozco escuelas que tienen su propio huerto o están más en contacto con la naturaleza, eso sería lo ideal y tendría que extenderse a todas. Sí que lo tendré en cuenta cuando vaya al cole", apunta.
Al niño de Víctor y a su hermana de 3 meses se les ha inculcado el respeto por el medio ambiente desde el primer momento. De hecho, en su casa se separan los envases para llevarlos al contenedor amarillo, así como el papel y el cartón por otro lado, los residuos orgánicos y el resto, por otro.
"Tenemos encima un reto climático muy importante y las generaciones futuras deberían estar más concienciadas que los adultos de ahora. No es solo una cuestión política, es la salud la que está en juego", afirma tajante Víctor.
Cuidar el planeta con pequeños gestos
El hijo de María del Mar es un poco más mayor y con cinco años ya se encuentra en el tercer curso de Educación Infantil. Pero pese a su corta edad, en el colegio ya se esfuerzan en enseñarles la importancia de proteger y preservar el medio ambiente. "Está en un colegio que piensa mucho en verde, que les explica la importancia de cuidar el planeta desde muy pequeñitos y con pequeños gestos", detalla.
Esta educación ambiental se hace a través de actividades extraordinarias -como el Día de la Tierra o el Día del Clima, donde también participan los padres-, aunque sobre todo en el día a día: explican lo importante que es reciclar o no malgastar el agua. Incluso cuentan con un huerto donde cultivan hortalizas. "Por ejemplo, recogen tomates para tomarlos rallados con pan en el almuerzo", sonríe.
María del Mar reconoce que el proyecto ambiental de un centro "sumaría de forma positiva" a la hora de escogerlo, pero apunta que ese trabajo no es una mera tarea de los docentes. "Tiene que ser un trabajo en equipo con la familia y el resto de la sociedad", subraya.
Salidas al campo y concienciación
Miriam es madre de un niño de diez años y pertenece al AMPA del CEIP San Gregorio, en Galapagar, y habla con orgullo del proyecto escolar. "El curso pasado y el anterior se interrumpió toda actividad extraescolar por la pandemia, pero antes de eso ya hacíamos salidas para conocer nuestro entorno con los niños", explica a esta cadena.
Ahora, van a recuperar esas salidas para que los jóvenes conozcan mejor su entorno pero no solo eso: también para ayudar a conservarlo. "Queremos programar salidas en los fines de semana para limpiar nuestro entorno: aparte de salir a pasear, llevar bolsas para que los niños y el resto de padres recojamos la basura", asevera.
Desde el AMPA se trabaja de manera muy cercana con la dirección del centro para colaborar en el desarrollo del proyecto. "La educación ambiental tiene que ser transversal y estar siempre en el proceso educativo de los niños", insiste Miriam. "Una cosa que promovemos es que haya siempre contenedores para el reciclaje: en las aulas muchas veces se tira la basura de manera general, pero hay que intentar que haya contenedores para reciclar en todos los espacios del colegio", apunta.
Porque ver en el espacio público que lo que se hace en casa es normal ayuda a reafirmar el compromiso ecológico. "Si a tu hijo le dices que recicle y ve que los demás no lo hacen, pues piensa que no tiene por qué hacerlo. Cuando todo el mundo hace las cosas bien pensando en el medio ambiente es más fácil".
Todos los padres subrayan la importancia de estos valores ambientales, algo que confirma la encuesta elaborada para Naturaliza: aprender estos valores mejora la enseñanza y formación general de los más pequeños, según el 64% de los padres sondeados.
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