Francisco de Pablo, el madrileño que llevaba dos años desaparecido, fue asesinado y escondieron su cuerpo en la fosa séptica de una cocina por una deuda de una plantación de marihuana. Fueron los miembros de la Unidad de Subsuelo de la Policía Nacional los que accedieron como podían a la fosa séptica donde se encontraban los restos del joven.

Francisco desapareció hace más de dos años sin dejar rastro. Desde entonces, su madre le ha buscado sin cesar: "Por un poco, algo aliviada, pero esa motita de esperanza se acabó". El caso llegó a archivarse, pero a principios de este mes, las pistas apuntaron a una finca ubicada en la Aldea del Fresno, en Madrid.

Y allí, debajo del suelo de una cocina recientemente reformada, encontraron el cuerpo sin vida de Francisco. "Se ve que los perros lo olieron; he visto esos agujeros que me han espeluznado", cuenta su madre a laSexta Noticias. La principal hipótesis es que la víctima había prestado dinero a Israel, el presunto asesino, para montar una plantación de marihuana. "Me dicen amigos de mi hijo que él era amigo de mi hijo", añade la madre.

Cuando Francisco le reclamó ese dinero, Israel le habría golpeado con una barra de hierro acabando con su vida. Posteriormente, y ayudado por un tercero, trasladó el cuerpo a esa finca familiar donde lo enterraron. "Le pidió ayuda no sé si para trasladar o cavar en la cocina donde le han encontrado", explica la madre.

Ahora, cuatro de los familiares detenidos han quedado en libertad provisional, mientras que Israel y su cómplice ya están entre rejas.