La Policía científica ha estado registrando minuciosamente la vivienda de uno de los detenidos por la desaparición de Janet Jumillas en Cornellà (Barcelona), con especial énfasis en la terraza del domicilio, donde han llegado a remover la arena que había dentro de las macetas y levantado el césped artificial.
Buscaban cualquier prueba que vinculara al arrestado con Janet, desaparecida desde el pasado 13 de marzo y madre de dos niños. Dos detenidos han pasado la noche en los calabozos de Cornellà relacionados con su desaparición, mientras la Policía busca pruebas que les relacionen con el caso.
La vivienda registrada se sitúa a solo 300 metros del lugar donde apareció el coche de Janet cinco días después de su desaparición, y muy cerca de la oficina de la Agencia Tributaria donde la mujer de 39 años acudió para realizar unos trámites el día que fue vista por última vez. Había quedado con su sobrino después, pero nunca se presentó a la cita.
Según fuentes policiales, uno de los dos detenidos conocía a Janet. Los vecinos y una amiga aseguran que eran amigos, pero se descarta que mantuvieran una relación sentimental. Aún no ha trascendido cuál era su relación con el otro hombre.
La Policía llevaba más de un mes investigando a estas dos personas e incluso llegó a pinchar el teléfono de uno de los arrestados, a través del cual se podrían haber escuchado conversaciones entre ambos sobre Janet, que los vincularían con un posible crimen.
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Por su parte, los familiares de Janet sostienen que nunca se habría ido por voluntad propia dejando a sus hijos, de cinco y ocho años, por lo que no descartan que se trate de un crimen.