Varios vídeos publicados en redes sociales por uno de los asistentes ala fiesta ilegal celebrada en un convento de Derio, en Bizkaia, muestran como los 67 jovenes que fueron identificados bailaban sin respetar ninguna medida de seguridad y sin portar mascarilla.
En las imágenes se puede ver como varias jovenes vestidas con disfraces de monja bailan música pinchada por un DJ y también a un joven que habla a la cámara narrándo la llegada de los agentes. "¿Perdona? Que está la Policía, no se abre la puerta", dice cuando se percata de que varios coches patrulla están en la puerta.
"La Policía, que se vaya. Estoy flipando, ha venido todo el cuartel de la Guardia Civil hasta aquí. Y yo digo, mira, que nos quiten lo bailado", asegura el asistente a la fiesta ilegal, que gritó a la Policía por la ventana junto a otros jovenes: "¡Libertad! ¡Libertad! ¡Queremos libertad!".
Visiblemente afectado por el alcohol, el chico habla a cámara pidiendo que les dejen en paz porque se trata de "una fiesta clandestina" y "no entra en la legalidad": "Que nos dejen en paz, que nos dejen seguir las fiesta que hemos montado, que muy bien porque pongan las lucecitas ¿vale? pero esto es una fiesta clandestina en la que podemos participar todos los que queramos, porque es clandestina, osea, no entra la legalidad ¿vale?".
La Ertzaintza recibió el aviso de la fiesta ilegal sobre las 22 horas de la noche de este lunes. El evento se celebraba en la hospedería San José, un alojamiento anexo que ofrece el monasterio de Las Clarisas de Derio
Al acudir al lugar, los agentes comprobaron que efectivamente se oía música alta, pero no podían acceder al mismo por las limitaciones legales al tratarse de una falta. A las siete de la mañana una treinta de jóvenes abandonó el lugar, y poco a poco fue saliendo el resto, hasta 67, los últimos cerca de las dos de la tarde.
A medida que fueron saliendo, la Ertzaintza les identificó, les hizo pruebas de alcohol y les comunicó que serán sancionados por reunirse más personas de lo permitido y por no cumplir el toque de queda.
La víctima apareció en un camino
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La menor ha relatado ante la policía vasca que fue obligada a subirse en un coche y posteriormente fue agredida sexualmente. El autor está en paradero desconocido.