A veces queremos respetar las normas, pero basta un despiste para ponernos en peligro frente al coronavirus. Es lo que ha sucedido en un coro de gospel de Sallent, Barcelona.
El ensayo habitual comenzó bien y siguiendo los protocolos anticovid. Se tomaron la temperatura para asegurarse de que ninguno de los integrantes presentaba décimas de más, usaron gel hidroalcohólico y abrieron las ventanas para ventilar.
Pero en un momento decidieron cerrar las ventanas porque entraban demasiados mosquitos. Ninguno de ellos portaba mascarilla, y sumado al hecho de que la sala no estuviese ventilada y que dentro se concentrasen casi una veintena de personas, esto propició el contagio durante el ensayo.
En total, 27 personas entre miembros del grupo y familiares han dado positivo por coronavirus. Pero lo peor llegó dos días después cuando cuando ofrecieron un concierto en el municipio.
Todos los contagiados, aún asintomáticos, actuaron ante sus vecinos sin saber que portaban el virus. El ayuntamiento dice que el riesgo de que los cantantes contagiaran al público desde el escenario fue casi inexistente.
No obstante, hay un estudio científico que lo desmiente. Especialistas han logrado captar con luces y lentes especiales cómo se expanden las gotas de saliva y partículas al cantar. El 75% acaba flotando en el ambiente, desplazándose largas distancias. Condiciones que resultan perfectas para el contagio.
Desalojan un concierto en La Riviera con 300 personas
En Madrid, la Policía Municipal tuvo que desalojar el sábado pasado la sala La Riviera durante un concierto.
En el local había cerca de 300 personas que ni llevaban mascarilla ni guardaban la distancia de seguridad.
Aunque en la sala habían preparado sillas para que los asistentes pudiesen seguir con las normas de seguridad. Ahora, estudian multar al local.