Así sobreviven al frío en la rave de Ciudad Real: autocaravanas con placas solares, cocina, comedor y dormitorios

Desde hace tres días, una rave ilegal se ha apoderado de un terreno cercano al aeropuerto de Ciudad Real, y los participantes no tienen intención de parar hasta el 6 de enero. A pesar de las bajas temperaturas, el espíritu festivo se mantiene vivo en este evento que ha atraído a nómadas de la fiesta de toda Europa.

Muchos asistentes han llegado en autocaravanas que se convierten en hogares completamente equipados. "Este es el final de nuestro viaje. Salimos en septiembre después de los festivales de Reino Unido", explica Tía, una viajera que ha recorrido Francia, Marruecos y Portugal antes de llegar a Ciudad Real. En su autocaravana no falta de nada: placas solares, cocina, comedor y dormitorio. "Esta es mi realidad", asegura.

Con temperaturas bajo cero, el desafío más grande no es bailar todo el día, sino mantenerse caliente. Chuso, otro asistente, confiesa: "A mí me prometieron clima tropical, pero esto es de todo menos tropical". Su tienda de campaña ha sido ocupada por su perra Leria, lo que le obliga a buscar refugio improvisado.

Para comer, los food trucks ofrecen opciones variadas, pero algunos se las ingenian con soluciones más rudimentarias. "Esta mañana hemos acondicionado un fueguillo", comentan unos jóvenes que llegaron desde Almería y Murcia. Además, han decorado su espacio con telas para hacerlo más acogedor.

Mientras la música sigue sonando, los controles policiales en los accesos al recinto se han intensificado para evitar la entrada de más personas. Según las autoridades, la capacidad ya está al límite.

A pesar de las dificultades, los asistentes están decididos a mantener la fiesta hasta el día de Reyes, demostrando que la pasión por la música y el espíritu libre puede resistir incluso el clima más gélido.