Los atracadores llegaban al atraco en pareja, y caracterizados al detalle con peluca, barba postiza, maquillaje, tan bien que para intentar identificar al culpable, la investigación ha tenido que ir eliminando poco a poco cada capa de camuflaje hasta llegar a algún elemento clave.
Lo han conseguido gracias a una oreja, la que se observa en las imágenes de las cámaras de seguridad y que, según los investigadores, casa a la perfección con la de Manuel Amancio Álvarez, alias El Bravo.
Un presunto miembro de una banda de atracadores y acusado de la muerte de una cajera de Cambrils en 2010 cuando intentaba robar una sucursal del banco Santander. Para los expertos, la identificación mediante la oreja tienen la misma fidelidad, por ejemplo, que la de una huella dactilar.
El experto criminólogo, Salvador Ortega, explica que "con las orejas ocurre lo mismo que con la huella dactilar". En su identificación se han usado también otros rasgos como su forma de andar o de llevar la bandolera y todas las piezas del puzle coinciden.
Según la sentencia Manuel Amancio Álvarez, el cabecilla de una red que atracó 25 bancos en solo dos años, ha sido condenado a 18 años como la autor del disparo que acabó con la vida de la cajera de 25 años, Estela Calduch.