En la Comunidad de Madrid las retenciones afectaban a la A-1 a la altura de Venturada, con seis kilómetros de atascos, y en San Agustín de Guadalix, con nueve kilómetros.

Mientras, en la A-6 la circulación era muy lenta en Pozuelo de Alarcón (doce kilómetros de atasco) y en la A-3 en Rivas-Vaciamadrid (3 kilómetros). La carretera de circunvalación soportaba tráfico intenso en dos tramos, a la altura de Las Matas y de Boadilla del Monte, en sentido A-6.

Por su parte, en la provincia de Barcelona las vías más conflictivas eran la C-16 en Berga (3 kilómetros), la B-24 en Cervello, la C-17 en Parets del Vallés y la C-55 en Castellgali (4 km).

En Girona, en la AP-7 los coches estaba parados en tres kilómetros en La Jonquera. Fuera de estas dos comunidades, la circulación era fluida, a excepción de la A-8 en Islares, Cantabria, en sentido Santander.

Tráfico estima que se produzcan 5,7 millones de viajes por carretera en este puente, unos desplazamientos que se controlarán con un dispositivo especial que comenzó este viernes y concluirá a las doce de la noche de este martes día 8.

Este año, al coincidir la festividad de la Constitución en domingo, diez comunidades han decidido que el lunes día 7 sea festivo: Andalucía, Aragón, Asturias, Baleares, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Extremadura, Murcia y La Rioja, así como las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.

Alrededor de 10.000 agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, más de 800 funcionarios y personal técnico de los centros de Gestión de Tráfico y más de 13.000 empleados de las empresas de conservación y explotación de las vías conforman los medios humanos para el control de las carreteras. Se unen a todo ello los 12 helicópteros que actúan en misiones de vigilancia desde sus bases de Madrid, Valencia, Málaga, Sevilla, Zaragoza, Valladolid y A Coruña.