Hasta 300 muertes podrían evitarse cada año por usar el móvil conduciendo gracias a un sistema pionero de cámaras en Australia, en Nueva Gales del Sur.
Detectan a quienes van con el móvil y son capaces de captar escenas como la de un conductor chateando mientras el copiloto lleva el volante.
El proyecto ya está en pruebas y entrará en vigor a final de año con multas de 200 euros y cinco puntos.