El autor de una brutal paliza machista a una chica de 17 años, en Jerez de la Frontera (Cádiz), estuvo detenido solo unas horas. Un juzgado de Córdoba le ha dejado en libertad a la espera de juicio, algo que ha indignado a su anterior pareja, a la que también sometió a terribles palizas.

La madre de la chica agredida pide al juez que rectifique. "La gravedad de las lesiones se ve, están plasmadas en la piel de mi hija y en la cabeza", denuncia Vitoria, madre de la menor. Asegurando que estuvo "dos horas y media sin parar de pegarle".

"Un juez tiene el poder para decir que ese maltratador reincidente vaya a la calle y mi hija tenga que estar encerrada en mi casa con terror y pánico", denuncia Victoria en el vídeo superior de esta noticia en el que además se muestran las secuelas de la paliza.

Su expareja también le denunció

Paula Venegas también fue víctima de malos tratos de este joven. Cuando tenía 16 mantuvo una relación con él en la que las vejaciones y las agresiones solo iban a más.

Paula ha contado a laSexta cómo fue su calvario: "Recuerdo que me ató a la cama con cinturones, se puso a pegarme una paliza, me dejó desnuda, se fue a la cocina, calentó una olla de agua caliente, se vino para el cuarto y con un paño me fue echando el agua caliente por el cuerpo".

"También recuerdo que se estaba fumando un cigarro y me lo apagó en la pierna", ha añadido la joven, que ha contado cómo el maltrato fue progresivo. Al principio, su maltratador controlaba su forma de vestir, y pronto empezaron las agresiones.

La primera paliza vino porque vio una fotografía suya con un chico. "Me partió dos costillas, me lesionó el cuello y me hizo heridas en la cara", ha aseverado. En una segunda ocasión, la estampó contra la pared: "No podía ir al médico porque no me dejaba". También le mandaba mensajes amenazantes: "Perra, que eres una perra, que te vas a ir al cielo, mamona".

El estremecedor relato de una joven que sufrió violencia machista con 16 años: "Me echó agua hirviendo por todo el cuerpo"

Ambas chicas han conseguido escapar y denunciar al agresor. Cuando Paula lo denunció, el agresor pasó un año de internamiento en un centro porque, por aquel entonces, aún era menor de edad. Ahora, un juez lo ha puesto en libertad a la espera del juicio.