La Xunta ha comunicado a los ayuntamientos de Ferrol, Narón, Fene, Ares y Mugardos que el agua que llega a las casas de los vecinos contiene niveles de trihalometano superiores a los permitidos por la legislación sanitaria, un problema que afecta a 150.000.

Esto ha obligado a los alcaldes de estos cinco municipios a restringir el consumo de agua, pues no es válida para cocinar, ni siquiera si ésta es hervida. En cambio, sí que se podrá consumir agua para asearse o para hacer la colada.

La primera alarma se disparó con un primer análisis el 6 de julio, que se corroboró con un segundo análisis el 13 julio, día en que la Xunta de Galicia comunicó a los ayuntamientos la situación.

Tanto Emafesa como Cosma, empresas de suministro, trabajan en estos momentos para intentar subsanar la situación a la mayor brevedad posible aplicando dióxido de cloro, compuesto con resultados a corto plazo sobre el trihalometano, según los alcaldes.

Los alcaldes de los cinco municipios afectados lanzaron un mensaje de tranquilidad a la población: "No hay riesgo a corto plazo por la ingesta de agua. Si producen efecto en la salud es a muy largo plazo, décadas y con una ingesta diaria muy abundante.