En Cartagena, un mal diagnóstico ha causado una lesión cerebral a un bebé del que los médicos pensaban que tenía el coronavirus. Su nombre es Hugo Dato y, como recoge 'La Opinión de Murcia', padeció en realidad la enfermedad de Kawasaki.
Tras nacer "completamente sano" un 3 de noviembre de 2019, en marzo de 2020 comenzó a tener fiebre, conjuntivitis y eritemas. Debido a la saturación que vivían los centros sanitarios, el médico de la madre de Hugo le recomendó que no acudiesen presencialmente a Urgencias, ya que podía tratarse de la COVID-19.
La solución para tratar el problema fue Apiretal y un suero fisiológico para los ojos, pero los síntomas no remitían. Tras recetarle un antibiótico, esos síntomas acabaron desapareciendo, pero en diciembre, el corazón de Hugo se paró.
En el Hospital Santa Lucía consiguieron estabilizarle, detectándole aneurismas "gigantes" en el corazón y descubriendo que padeció el síndrome de Kawasaki, enfermedad rara que podía haberse curado con un tratamiento adecuado, pero que, al pasar por coronavirus, no se acabó llevando a cabo.
Pese a pasar el síndrome sin tratamiento, le quedaron graves secuelas que le impiden llevar una vida normal. "Puede oír y sentir, pero no consigue conectar con las personas, mirarlos, ni reír ni llorar; no puede sostener su cabeza ni mover brazos y piernas, ni tomar mi biberon como antes", cuenta su madre en 'La Opinión de Murcia'.
Los familiares del pequeño han abierto una campaña para lograr ayuda y financiar su tratamiento, habiendo conseguido más de 12.000 euros.
No es perjudicial para la salud humana
El gran episodio de calima de 2022 contenía material radioactivo de ensayos nucleares del siglo XX
Contexto En marzo de 2022, España sufrió un gran episodio de calima que tiñó de color naranja sus cielos. Ahora, una investigación liderada por la Universidad de Oviedo y otra francesa revela que ese polvo contenía partículas radiactivas procedentes de ensayos nucleares del siglo XX.