La profunda borrasca Hipolito, que continúa acercándose a España, no solo provocará cambios en la situación climatológica de nuestro país; también, pondrá en jaque a las costas gallegas que siguen haciendo frente a las crisis de pellets, el vertido de materiales plásticos procedente del buque 'Toconao'. Según las previsiones, Hipolito provocará oleaje y corrientes procedentes del suroeste. Unas corrientes que provocarán la llegada de más pellets a las zonas ya afectadas.
En este sentido, la razón por la que las costas gallegas se han visto más afectadas por la llegada de pellets que la costa portuguesa a pesar de que el incidente se produjo frente a Viana do Castelo es por la presencia de la contracorriente de Portugal, una corriente marina paralela a la costa del país vecino que discurre desde el sur hacia el norte, y que ha transportado las bolitas de plástico hasta las costas gallegas.
El problema no se queda ahí, pues la llegada de pellets a las costas podría sucederse durante las próximas semanas e incluso meses en varias oleadas, conforme se vayan degradando en el entorno marino los envases en los que están empaquetadas estas materias primas, y según se comporten las mareas. Así lo plantea Joaquim Rovira, investigador del Centro de Tecnología Ambiental Alimenticia y Toxicológica (TecnATox) de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona.
Un problema que no es 'nuevo'
En esta provincia catalana, responsable del 70% de la producción del plástico en España, los vertidos y la contaminación por pellets se ha convertido en un problema recurrente en sus playas y ríos desde hace varios años. Desde el conocimiento científico que le aporta el estudio continuado de los efectos que los microplásticos tienen en el medio ambiente y en el consumo humano, Rovira establece los paralelismos entre los sucesivos problemas de contaminación que sufre Tarragona y el vertido frente a las costas portuguesas que ha llegado a Galicia y a las comunidades cantábricas.
Tras las numerosas catástrofes medioambientales que este tipo de vertidos han generado durante las últimas décadas, el investigar se ha preguntado por qué no existe una regulación más estricta que regule el tráfico de este tipo de materiales de una forma más segura o por qué no se obliga a la industria a proporcionar esta materia prima de otra forma (por ejemplo -sugiere- en barras de mayor tamaño) que no sea en diminutas bolitas. "El mar lo devuelve todo", ha manifestado Joaquim Rovira en una entrevista concedida a la agencia EFE.
Rovira ha observado que lo sucedido en la playa tarraconense de La Pineda, referente mundial por la constante contaminación por plásticos, y las imágenes que muestran las playas afectadas por el vertido del buque Toconao son muy similares. A su juicio, es previsible que también en este caso que esas oleadas de pellets se repitan durante las próximas semanas e incluso meses conforme vayan degradándose en el mar los envases que los contienen. El investigador ha incidido en que no existe un riesgo importante por la manipulación física de esos pellets tomando unas mínimas y básicas medidas de protección.
Pero sí ha subrayado el daño que causará de forma directa a la fauna marina la ingesta directa de esos pellets y la consiguiente incorporación de sus contaminantes químicos a la cadena trófica, al final de la cual se sitúa el consumo humano. Y entre los aditivos y contaminantes químicos que incorporan esos plásticos, el investigador ha citado los "disruptores endocrinos" (sustancias químicas capaces de imitar la acción de las hormonas naturales) , que durante los últimos años se han asociado a problemas de fertilidad masculina y femenina o a nuevas formas de diabetes, y ha corroborado que existen ya evidencias científicas de que muchos de los aditivos que incorporan son también cancerígenos.
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