Los investigadores están buscando en el norte de Italia a Ana María Knezevich, la mujer colombiana y estadounidense desaparecida el pasado mes de febrero en Madrid, cuyo exmarido está arrestado en Estados Unidos por su supuesta implicación.

La búsqueda se concentra en los aledaños del pequeño municipio de Cogollo del Cengio, en la provincia de Vicenza, sobre todo en una vieja carretera que lleva a una zona de monte, según fuentes municipales citadas por la agencia Efe. Por el momento la búsqueda no ha dado resultados, añaden las citadas fuentes.

En el dispositivo de búsqueda colaboran la Policía Nacional española, la italiana, efectivos del FBI y otros cuerpos locales.

Cámaras tapadas con spray y mensajes extraños

Ana María fue vista por última vez la noche del 2 de febrero en Madrid. La mujer, de origen colombiano y con nacionalidad estadounidense, llevaba tres meses viviendo en España, adonde se había trasladado tras meses inmersa en un complejo proceso de divorcio. Esa misma madrugada, la cámara del telefonillo de su edificio, situado en el barrio de Salamanca, y la de seguridad aparecieron tapadas con spray negro.

Además, sendos mensajes enviados a dos amigas, con el mismo contenido pero en distinto idioma y recibidos con tres horas de diferencia, hicieron sospechar aún más a sus allegados: en ellos aseguraba haber conocido a "una persona maravillosa" con una casa de recreo "a unas dos horas de Madrid" donde se disponían a pasar unos días. Sin embargo, los tiempos no cuadraban y tampoco la forma de expresarse en ellos.

Posteriormente, el 4 de mayo, su exmarido fue detenido en el Aeropuerto Internacional de Miami cuando llegaba de Serbia, su país natal, por su presunta implicación en la desaparición. Cuando Ana María desapareció llevaban meses enfangados en un proceso de separación, con desacuerdos a la hora de dividir la empresa tecnológica que ambos poseían en Florida.

Las pistas que conducen al exmarido

Varias detalles llevaron al arresto de David Knezevich: antes de que alguien las tapara con spray, las cámaras del edificio de Ana María captaron que la persona que lo hizo tenía un pequeño tatuaje en la muñeca, igual que el del detenido, que además habría alquilado un vehículo el 30 de enero en Serbia, que posteriormente fue captado circulando en España por las cámaras de diferentes peajes.

Asimismo, el detenido habría empleado matrículas robadas para despistar y la Policía descubrió que pidió a una persona que le tradujese el mismo mensaje que recibieron las amigas de Ana María al castellano y al inglés. Esos mensajes ya traducidos fueron hallados en su teléfono móvil.

Meses de búsqueda, ahora en Italia

En total, el sospechoso recorrió unos 7.677 kilómetros entre el 30 de enero y el 5 de febrero. La Policía ha venido rastreando las inmediaciones de las carreteras por las que pasó en ese trayecto, que abarcan las provincias de Madrid, Guadalajara, Soria y Zaragoza, en busca de pistas sobre el paradero de Ana María. Una búsqueda que, ahora, según avanza Efe, ha llegado hasta Italia.

El portavoz de la familia de la desaparecida en España, Joaquín Amills, presidente de la asociación SOS Desaparecidos, ha explicado a la mencionada agencia que estas pesquisas en Italia responden a que el rastreo del teléfono móvil del marido demuestra que se desvió en su ruta durante los meses que pasó fuera de Estados Unidos.