Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, arrancará con caceroladas a medianoche en distintas ciudades, que darán comienzo a una jornada que se prevé histórica en España, pues por primera vez se ha convocado oficialmente una huelga laboral para reclamar igualdad de género a la que se han sumado mujeres de distintos gremios y colectivos para visibilizar sus propias reivindicaciones. Feministas y organizaciones de toda índole, incluso representantes políticos, marcharán por la tarde en el centro de Madrid.
La convocatoria de Huelga Feminista en España tiene su origen en los Paros Internacionales de Mujeres que se vienen promoviendo desde 2015, un movimiento nacido en Argentina y del que este año participan más de medio centenar de países. El movimiento feminista español trató de sumarse el año pasado, pero por falta de tiempo se acordó la celebración de paros simbólicos. Tras un año de trabajo, organizaciones de mujeres de todo el país, articuladas en la Comisión 8 de Marzo, llamaron a la huelga con un acto en Zaragoza el mes de enero: Sería un paro laboral, pero también estudiantil, en el ámbito doméstico y en el consumo. Han difundido un manifiesto de mínimos y un argumentario común.
Los sindicatos se sumaron algo después. CNT y CGT registraron en el Ministerio de Empleo comunicaciones de huelga general, mientras que UGT y Comisiones Obreras han promovido paros de dos horas por cada turno de trabajo y USO, uno continuo de cuatro horas. Se legalizó así la convocatoria de huelga laboral, la primera sin un gobierno o un patrón como directo destinatario: se reclama igualdad de derechos y oportunidades para la mitad de la población.
Entre las razones alegadas para el paro, la brecha salarial del 23% que sufren las mujeres por un compendio de factores que lastran su progresión, sus remuneraciones y sus pensiones; la precariedad que afecta a las trabajadoras, que ostentan el 75% de los contratos a tiempo parcial; o las renuncias que asumen por falta de corresponsabilidad, ya que el 90% de los permisos por cuidados los instan ellas. En paralelo, una huelga de cuidados que visibilice todo lo que hacen las mujeres por el hogar: Ellas dedican cuatro horas y media de lunes a domingo, casi el doble que ellos. El paro persigue un cambio de mentalidad y así, de responsabilidad tanto en la esfera privada como en las administraciones, a quienes se reclaman políticas efectivas.
Las mujeres están llamadas a colgar su delantal en el balcón como protesta. Respecto a la huelga estudiantil, el Sindicato de Estudiantes ha llamado a "vaciar las aulas" y CEAPA, la asociación mayoritaria de padres en la educación pública, secunda la protesta. Los docentes cuentan con la convocatoria de UGT y CCOO, pues ni ANPE ni CSIF han llamado a parar. En cuanto a la huelga de consumo, trata, conforme explican sus promotoras, de evidenciar que si según Boston Consulting Group, las mujeres adoptan el 80% de las decisiones de compra del hogar, ellas pueden promover fórmulas más sostenibles. Denuncia además la explotación de la imagen de la mujer como reclamo comercial y la 'tasa rosa' que encarece productos de uso mixto so pretexto de ser femeninos.
Mujeres de distintos gremios se han aliado para redactar manifiestos conjuntos de adhesión a la movilización y para denunciar la realidad que afrontan en su día a día. Destaca 'Las Periodistas Paramos', movimiento fraguado tras la reunión de medio centenar de informadoras cuyo manifiesto ha superado 7.000 adhesiones de profesionales de la comunicación en una semana. Después de 'Las Periodistas Paramos', organizadas en un grupo de discusión del que forman parte más de 2.500 comunicadoras, nacieron movilizaciones similares: Las mujeres del libro, las mujeres de las Artes Escénicas, las investigadoras y académicas, las deportistas o las sanitarias son algunas de ellas.
De hecho, se han posicionado distintos ámbitos, como la Iglesia. El portavoz de los obispos, José María Gil Tamayo, ofreció "apoyo total" a la reivindicación y el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, aseguró que comprendía la huelga de mujeres, pues había que defender sus derechos y "lo haría también la virgen María". El obispo de San Sebastián, Juan Ignacio Munilla, fue crítico, aunque luego matizó que se refería en particular a "la reivindicación que había hecho el feminismo radical en los años 60 de aborto libre como bandera de la libertad de la mujer". Respecto a los partidos políticos, el PSOE apoya los paros de dos horas por turno y Podemos e Izquierda Unida llaman a una huelga general.
El PP, que primero tildó el paro de "elitista" e "irresponsable", ha dicho después que respeta su celebración. En Ciudadanos no la secundan porque opinan que es "anticapitalista". El Senado no tendrá actividad este jueves y el Congreso la había suspendido, pero la Mesa decidió incluir dos actos por el Día de la Mujer. La Reina Letizia no ha tenido agenda oficial desde el lunes y la Reina Sofía participará en un evento. En la organización relacionan la acogida de la movilización con el consenso en torno al diagnóstico, pues la reivindicación tiene que ver con el modo en que está organizada la sociedad, en cómo penaliza a las ciudadanas en todos los ámbitos y en cómo eso repercute a su vez en todas las esferas: desde la falta de corresponsabilidad en la crisis demográfica hasta la falta de promoción del talento femenino en el crecimiento económico.
Se reclama así una igualdad real, exigencia transversal que cobra más fuerza este año en un contexto internacional de denuncia de la violencia (el movimiento 'Ni Una Menos'), el acoso ('MeToo') o la discriminación ('Time's Up') pero que, como dicen en la Comisión 8 de Marzo, no es moda sino hartazgo: "Esto no es un champiñón, no ha salido de la nada. Es la consecuencia de 40 años de lucha de las mujeres en España".
Estas reivindicaciones tendrán su espacio en la manifestación que cruzará de Atocha a la Plaza de España de Madrid y que arrancará a las siete de la tarde de este jueves, un recorrido extenso para acoger al millón de personas que la organización prevé reunir. Estará encabezada por mujeres del Movimiento Feminista de Madrid y la Comisión 8 de Marzo, que llevarán la primera pancarta con el lema "Paramos para cambiarlo todo". Algunas fuerzas políticas ya han anunciado su participación, como Podemos. Del PSOE, por ejemplo, asistirá Pedro Sánchez con parte de su Ejecutiva, igual que marcharán Alberto Garzón; de Izquierda Unida con otros miembros del partido.
Ciudadanos ha confirmado que asistirá su portavoz de Igualdad en el Congreso, Patricia Reyes. El PP, por su parte, ha dado libertad a los suyos para acudir a título individual. Tendrán que situarse de la mitad en adelante porque la cabecera y las primeras líneas de la marcha están reservadas exclusivamente a las mujeres. Más de medio millar de colectivos de toda índole han apoyado la movilización sólo en Madrid, según las organizadoras, que cuentan con convocatorias similares en todas las capitales de provincia.
Para la Comisión 8 de Marzo el proceso que ha llevado a la huelga permite hablar ya de éxito, tanto por la amplia participación de mujeres en la organización --superaron las 300 en la última asamblea--, como por los debates abiertos en la sociedad al hilo de la convocatoria. Su expectativa es que el 8M sea un punto de inflexión que desencadene cambios en beneficio de la situación de las mujeres y así, de toda la sociedad. Tienen la vista puesta en los meses que vendrán, no en los números que deje la jornada de huelga porque, dicen, se trata de "parar para cambiarlo todo" y este 8 de marzo es sólo el principio.