El vecino que descubrió el cuerpo de María Amparo se dio cuenta mientras tendía la ropa en un deslunado y vio dos piernas en el suelo de la cocina de la casa ubicada en el edificio colindante. En ese momento también le llamó la atención que había ropa tendida acartonada.
El cuerpo de María Amparo, que se había momificado, fue hallado en la primera planta del edificio tras cuatro años de su muerte, pero durante todo ese tiempo nadie se había percatado de lo sucedido. Además, el banco siguió cobrándole el alquiler de su cuenta ya que iba ingresando mes a mes la pensión.
La Policía Nacional no ha hallado signos de violencia en el cuerpo de la anciana ni tampoco hay evidencias de que alguien estuvieran dentro de la casa en el momento de la muerte, pues el piso estaba cerrado con llave.
Se trata de una muerte que ha reabierto el debate sobre la soledad de los mayores y la falta de cuidados que muchos sufren, de hecho, la Policía está intentando localizar a algún familiar pero no logra dar con nadie allegado.