La distribuían en botes de pintura
Cae una red de narcopintores en Extremadura que podía producir 100 kilos de cocaína en un solo día
Los detalles En la finca, situada en Cáceres, se encontraba un laboratorio que fabricaba la sustancia. Para su distribución, se disfrazaban de pintores con los monos manchados y ocultaban la droga en botes de pintura.

Resumen IA supervisado
La Policía Nacional ha desmantelado el primer gran laboratorio de cocaína en Extremadura, deteniendo a 11 miembros de un clan familiar, incluidos los cabecillas y cinco cocineros colombianos. El laboratorio, ubicado en Cáceres, producía hasta 100 kilos de cocaína por turno, camuflada en botes de pintura. El centro logístico estaba en Humanes, Madrid, dirigido por un matrimonio. La operación policial, que incluyó a los GEO, incautó 450 kilos de cocaína base disuelta en líquido, 55 kilos en proceso de secado, 40 kilos de cocaína base sólida y 7,5 kilos de marihuana. Diez de los detenidos han ingresado en prisión.
* Resumen supervisado por periodistas.
Trabajaban 24 horas al día y los siete días de la semana. En un turno normal podían, incluso, producir un total de 100 kilos de cocaína. Una droga que camuflaban en palés llenos de botes de pintura mientras ellos se disfrazaban de pintores, con los monos manchados, y distribuían los estupefacientes en camiones. Ahora, todo eso se ha terminado.
Así ha sido porque la Policía Nacional ha desmantelado el que es el primer gran laboratorio de fabricación de cocaína. Se encontraba en Extremadura, en Cáceres, en una operación que ha terminado además con la detención de 11 integrantes de un clan familiar. Entre ellos, los cabecillas y cinco cocineros llegados desde Colombia por su alta especialización. También, un 'aguador', que es quien en el argot policial avisa de cualquier presencia sospechosa.
Diez de los detenidos, todos de nacionalidad colombiana salvo un español y un venezolano, han ingresado en prisión tras pasar a disposición judicial como presuntos responsables de un delito de pertenencia a grupo criminal y contra la salud pública, tal y como ha informado Alejandro Martín Blas, inspector jefe de la sección tercera de la Brigada Central de Estupefacientes (UDYCO).
El centro logístico de la organización, en Madrid
El entramado lo dirigía un matrimonio que regentaba un bar en la localidad madrileña de Humanes, en donde se realizaban diversas reuniones y que ejercía como el centro logístico de la organización. A la capital de España llegaban los ladrillos de coca prensados con los logos de Mazinger Z o marcas como Cartier, y en Cáceres se escondía el laboratorio y un criadero de animales en una finca que contaba con numerosas parcelas alrededor y un único acceso de entrada de salida.
Desde una posición de altura, el vigía podía observar todo lo que sucedía en el horizonte para avisar de toda opción de presencia policial con la antelación suficiente.
Fue a comienzos de año cuando los investigadores tuvieron conocimiento de que el clan familiar había comenzado a encargarse de la logística y de la infraestructura necesaria, y el avance de las pesquisas hizo que los efectivos de la UDYCO comprobasen que uno de los miembros de la organización, que se hacía pasar por pintor y conducía furgonetas de alquiler para transportar supuestos botes de pintura y herramientas. Tras realizar el seguimiento de estos viajes, se constata que el vehículo iba cargado de sustancias químicas que servían para producir cocaína.
La cocaína base, disuelta en un líquido
A finales de febrero, la Policía pasó a la acción con un dispositivo liderado por especialistas policiales en estupefacientes, que contó además con la participación de los GEO, y entró en la finca. Allí sorprendieron a los cinco cocineros con la sustancia, y ellos desvelaron a su vez que trabajaban en turnos de 24 horas los siete días a la semana.
Los agentes hallaron, además, un total de 450 kilos de cocaína base que se encontraba disuelta en una sustancia líquida que, por el momento, está pendiente de analizar. Todo indica que es así como podrían importar el componente base de la cocaína, oculto en un líquido, lo que hacía más complicado que los agentes lo incautaran.
Más laborioso, pero más seguro que transportar la base en roca. De ahí se convierte en coca sólida, y de ahí se prosigue para producir la droga en un proceso conocido como colrhidratado.
Marihuana como forma rápida de financiación
Además, la Policía ha intervenido en el registro una escopeta, munición, seis kilos de ladrillos, 55 kilos de la droga en proceso de secado y 40 de cocaína base en estado sólido. Además, 7,5 kilos de marihuana que podría haberse usado como método rápido de financiación de la organización criminal, según cuentan a EFE fuentes policiales.
Por su parte, en la furgoneta de alquiler con botes de pintura blanca se encontró, en uno de los recipientes, un total de dos kilos de cocaína lista para su distribución.