Este 15 de mayo bien podría ser 15 de julio, a juzgar por las elevadas temperaturas alcanzadas en casi toda la península, más propias del verano. Al sur del país se rozarán los 40 grados, mientras que en el norte se llegará casi a los 30. En el centro se podrían alcanzar los 35 grados, cuando la media para un día de mayo se sitúa en torno a los 22.
En Madrid se alcanzarán los 33 grados, 10 por encima de la media para mayo. El intenso calor ha coincidido con la festividad de San Isidro y la inauguración de las piscinas municipales, donde muchos han optado por pasar el día día festivo.
Sin embargo, numerosos madrileños no han renunciado a acudir a la Pradera de San Isidro, donde todo el merchandising electoral que ayudase a aliviar el calor era bienvenido, incluidos sombreros y abanicos. Allí, algunos no han prescindido ni del clásico pañuelo y han bailado el chotis, aunque a la sombra. Otros, los más atrevidos, se han dispuesto a combatir el calor con un tradicional cocido.
En Granada, quienes han tenido que trabajar bajo el calor lo han pasado bastante peor, sobre todo en las horas centrales del día. "Es horroroso", asegura un repartidor, "a esta hora es horroroso". Las altas temperaturas complican la jornada laboral, como les ha ocurrido a los empleados de un bar en que ni siquiera han tenido tiempo a cambiarse al uniforme de verano. "Supongo que en 15 días tendremos ya la ropa nueva", comenta un acalorado camarero.
Allí se alcanzarán los 35 grados, mientras que en Córdoba se llegará hasta los 37. En el norte, sin embargo, también hace calor: allí los termómetros casi han alcanzado los 30 grados.
Sin embargo, este calor, al menos por ahora, no viene para quedarse, ya que a partir del jueves y sobre todo el viernes, las temperaturas bajarán drásticamente, hasta 17 grados en apenas 24 horas en algunos puntos del centro del país. De momento, Cataluña es la única comunidad en la que hoy se libran del calor y los abanicos.