Son como jornaleros a pie de barra. Los camareros de los festivales de música denuncian abusos laborales con jornadas extenuantes y con poco descanso. Los sindicatos creen que es la cara B de la hostelería.

Son los nuevos jornaleros, jóvenes que trabajan como camareros en festivales. Entre sus condiciones laborales: jornadas maratonianas. Pero la cosa va más allá. Algunos ni siquiera pueden parar para hidratarse y tampoco descansan lo suficiente fuera del trabajo.

A ello se suma cómo viven durante los días de festival con el calor propio de los meses de verano. Y es que se apuntan a las ofertas de camarero para tener unos ingresos extra, pero a veces ese dinero lo reciben hasta meses después, llegando en algunos casos a esperar hasta 90 días para recibir el pago.

Todo esto depende de la empresa de la que dependa la organización. Los jóvenes apuntan a que el problema es que se aprovechan de la inexperiencia y juventud de muchos de los trabajadores.