Con el mar en calma y un futuro en el horizonte despierta la música en honor a la tierra de la que fueron obligados huir. Las tres embarcaciones con el Aquarius al frente alcanzan las islas Baleares, aguas con bandera española.
De momento en España los esperan con los brazos abiertos y ellos impacientes por tocar tierra no descansan ni un minuto su mirada. Todos se han despertado de buen humor y ha tomado un desayuno que ha sabido a gloria.
Solo se puede sonreír y bailar al ritmo de la música. En el buque Aquarius y en el resto de embarcaciones lo que navega ya son grandes e improvisadas familias. Ya dejan atrás las Islas Baleares y esos pies que llegaron descalzos entonces pisarán firmes tierra valenciana.