Violencia xenófoba
Casi pierde un ojo tras una brutal agresión racista en el Metro de Madrid: "Vinieron a pegarme llamándome 'panchito'"
Los detalles Glen Alejandro Reyes, víctima de la agresión, tuvo que ser operado tras recibir múltiples golpes de la cabeza y no ha recuperado la visión en un ojo.

Resumen IA supervisado
Glen Alejandro Reyes, un joven peruano de 28 años, sufrió una brutal agresión xenófoba en el Metro de Madrid. Tres individuos lo atacaron con insultos racistas y luego le agredieron físicamente, causándole lesiones graves. Como resultado, Glen quedó sin poder hablar ni beber y con riesgo de perder la visión en su ojo izquierdo, lo que podría afectar su empleo. Aunque inicialmente no denunció, lo hizo una semana después y decidió compartir su experiencia para concienciar sobre el racismo.
* Resumen supervisado por periodistas.
Sin poder hablar ni beber y a punto de perder un ojo. Así quedó Glen Alejandro Reyes, un joven de origen peruano de 28 años, tras sufrir una salvaje agresión xenófoba en el Metro de Madrid. Tres individuos se encararon con él gritándole "panchito" de madrugada mientras se dirigía a su puesto de trabajo y, pese a que Glen les ignoró, acabaron llegando a las manos.
"Uno me decía 'panchito' y los otros dos me dijeron: 'vete a tu país'", relata la víctima. Tras estos comentarios racistas, los agresores pasaron de la violencia verbal a la física. "Saltaron los tornos y vinieron hacia mí para pegarme, me hicieron un corte en la parte de atrás de la cabeza", explica Glen Alejandro a laSexta.
Tras la agresión, la inflamación que tenía el joven en la cara, especialmente en su ojo izquierdo, le impidieron someterse a una operación. Unos días después, pasó por quirófano, aunque tras tres semanas aún no sabe si recuperará por completo la visión y, por consiguiente, si esto le hará perder su puesto de trabajo, lo cual, asegura, es su principal preocupación.
Aunque en un principio no se atrevió a denunciar los hechos, lo hizo una semana más tarde, y ahora ha decidido contarlo públicamente para concienciar a la sociedad de la importancia de luchar contra la lacra del racismo y la xenofobia.
"Si cada persona que sufre una agresión de este tipo lo denuncia, la sociedad empezará a entender que este tipo de conductas no se pueden llevar a cabo", defiende el abogado Eduardo Garzón. Sin duda, testimonios como el de Glen Alejandro suponen una gran ayuda para erradicar la intolerancia de la sociedad.