Se concentran para hacer un homenaje especial a Ramón Sampedro y lo hacen en Porto do Son, en A Coruña, en la misma playa en la que sufrió el accidente que lo dejó postrado en una cama durante tres décadas. Manuela, cuñada de Sampedro, cuenta que "Ramón pedía eutanasia y una muerte digna".
Ahora, 21 años después de su muerte, la Asociación Derecho a Morir Dignamente ha declarado el 12 de enero como el Día de la Muerte Digna en Galicia.
Recuerdan cómo a pesar de luchar durante años para que se despenalizara la eutanasia, Sampedro murió sin conseguirlo. "No hemos avanzado nada a nivel legal; sí hemos avanzado a nivel social", señala Javier Velasco, presidente federal de la Asociación Derecho a Morir Dignamente .
Unidos Podemos fue el primer partido que presentó una ley para regularla. Tiempo después, le siguieron Ciudadanos y PSOE, cuya ley sigue bloqueada.
Sin embargo, décadas después de la muerte de Sampedro, el suicidio asistido sigue siendo delito en España. El artículo 143.4 del Código Penal castiga con cárcel a quienes ayuden a otra persona a quitarse la vida, aunque este sea el deseo expreso del enfermo.
Por eso, Danel Aser sigue sin poder cumplir la promesa que le hizo a su madre antes de que el Alzheimer le borrase los recuerdos. Cuenta que la mujer le miró y le dijo: "No esperéis a que me olvide de vosotros porque yo ya sé dónde va esto. El día que empiece a confundir vuestros nombres o no os reconozca una primera vez, ese día me tienes que ayudar a morir".
Pide que, de una vez por todas, la eutanasia deje de estar penalizada. Y para ello, ha lanzado una campaña en Internet que casi alcanza las 160.000 firmas. Solo así, dice, se podría ayudar a quien, como su propia madre, pide poder morir sin sufrimiento.
Danel Aser lamenta que su madre "lleva una vida degradante, no es autónoma y no tiene integridad física ni mental". "Entonces, ¿qué derecho a la vida es esto?", se pregunta.