Carmen ha superado el coronavirus hace apenas cuatro días. Luis, su marido, hace dos semanas, y ni siquiera ha necesitado ser hospitalizado. Ahora, en el día de San Esteban, celebran nada más y nada menos que sus bodas de platino.
Viven en Antas de Ulla, Lugo, donde es tradición casarse el 26 de diciembre, día del patrón del pueblo, y con la novia vestida de negro. La COVID-19 ha dejado un poco cansado a Luis, que no se levanta al amanecer como ha hecho siempre. Eso sí, no para a solo seis años de cumplir los 100.
A las bodas de platino sólo acuden sus hijos, ya que si no habría más de 100 invitados. La tecnología suple los abrazos y varios amigos han mandado vídeos para felicitarles. Pero si hay algo con lo que no puede ni el coronavirus es el brindis por su amor.