Una garrapata picó al hombre mientras estaba cazando. Se encontraba en Helechosa de los Montes, en Badajoz. Días después, ya en Ávila en su casa, empezó a encontrarse mal y fue ingresado en el hospital. Tenía síntomas propios de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo.
Mª Paz Sánchez Seco, responsable de la Universidad Arbovirus Carlos II ha descrito sus síntomas como "fiebre muy alta y dolores de cabeza". Son vitales, dicen los expertos, los días posteriores a la picadura. "Hay un periodo, hacia los diez días, que es crucial. La mayoría de los pacientes fallece a los diez días", ha añadido.
En estos momentos Sanidad vigila a un centenar de personas, que tuvieron contacto con él: tienen que tomarse la temperaturas dos veces al día.
Para esta fiebre hemorrágica no existe tratamiento, ni vacunas, ni medicamentos y aunque el virus puede contagiarse por contacto con sangre o fluidos del enfermo, la probabilidad de muerte es "absolutamente baja", según César de la Hoz, responsable de Medicina del Hospital nuestra Señora de Sonsoles, que añade además que se trata de "una zoonosis que tenemos en nuestro medio desde hace más de diez años, y este es el segundo caso".
El virus llegó hace años a España a través de aves migratorias, según ha informado la jefa del servicio de Epidemología y Consejería de Castilla y León. Para prevenir su picadura, los expertos recomiendan acudir al campo con ropa adecuada: pantalón largo y manga larga.
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