Son el mayor enemigo de nuestra dieta: estanterías llenas de grasas, azúcares, sal y enfermedades. Siete de cada diez alimentos que consumimos son procesados. "La pandemia del siglo XXI no es el tabaco ni el VIH, es la mala alimentación", afirma Jordi Menéndez, portavoz de Justicia Alimentaria.
Y si sabemos todo esto, ¿por qué no comemos más sano? Comodidad, falta de tiempo, pero sobre todo, según los expertos, por el precio de los alimentos frescos.
Comparamos dos cestas de la compra. La primera con verduras, carne, pescado, huevos y fruta. La segunda llena de alimentos procesados. La primera, la más sana, puede llegar a ser hasta 100 euros más cara.
"Hay un 40% de la población que no tiene ingresos para consumir estos productos y acaba consumiendo procesados", añade Jordi Menéndez. Un sobrecoste, que no se refleja en el origen. Un melón, que se vende en el mercado a 1,46 euros, se paga a los agricultores, a 0,19, un 668% más. Son las grandes empresas distribuidoras las que se llevan el beneficio final.
Por eso, iniciativas como 'La Colmena' apuestan por consumir productos de proximidad. Recolectan los alimentos en el momento de su maduración, lo que garantiza un sabor más natural. Algo que muchos consumidores echan de menos.
Desde el CSIC lo están consiguiendo. Si han olvidado el sabor tradicional del tomate, paciencia, pronto los científicos podrán recrearlo.
Gran operativo de la Guardia Civil
Cae una banda que reventaba cajeros con camiones 'pluma' por toda la costa mediterránea
El contexto Se trataría de la organización criminal más activa en este tipo de hechos de los últimos años, según apunta la Guardia Civil. Se estima que el total de dinero robado alcanza el millón de euros.