La situación de cada noche a las puertas del Samur social es de desesperación. Familias con menores esperando en la calle a que les concedan plaza y, aunque se pueda hacer hueco a quienes van con menores, siempre hay personas que tienen que pasar la noche sin un techo.
A las personas que llegan para pedir asilo en Madrid se unen las que viven a diario en la calle. Es una situación de emergencia, y es que la red de acogida está desbordada. El ayuntamiento insiste en que es el ministerio quién debe acoger a los refugiados porque "la red está desbordada y satura todas las redes de atención".
Desde el Ministerio apuntan a que solo en la última semana se han hecho cargo de mas de 400 personas y que trabajan en busca de una solución, pero mientras aumentan las personas sin hogar, que se unen a la fuerte bajada de temperaturas.
Y no es el único problema, porque también se incrementan los conflictos y los vecinos piden una solución. En lo que todos coinciden es que nadie debería dormir en la calle.