El Ayuntamiento de Riba-roja d'Ebre ha tenido que cerrar cautelarmente la piscina municipal después de sufrir "reiterados episodios de defecación" en los últimos días, informa el consistorio.
De esta manera, el consistorio pretende garantizar la salud pública de los usuarios, para lo cual ha tomado medidas de urgencia como controlar nominalmente las entradas y salidas del recinto, colocar detectores de orina en el agua de la piscina y pedir la colaboración de personas voluntarias y anónimas que se encargan de vigilar las instalaciones mientras la piscina está abierta.
El Ayuntamiento de Riba-roja d'Ebre explica en un comunicado que está estudiando instalar cámaras de videovigilancia en el recinto para acabar con la "desagradable situación" e identificar al autor o autores de incidentes futuros.
El consistorio avisa que este "comportamiento grosero" representa un atentado contra la salud pública y puede ser constitutivo de delito penal y motivo de sanción de acuerdo con el ordenanza municipal de civismo.
Inquietud por la seguridad, la salubridad...
Preocupación entre los padres por el estado de los colegios dañados por la DANA tras el derrumbe en Massanassa
Catorce colegios abren sus puertas mañana lunes tras casi un mes sin que los niños y las niñas pudieran ir a clase. Tras el derrumbe en Massanassa, crece la inquietud en los padres y las madres por su vuelta.