Inundaciones y rescate

Clases suspendidas, rescates y momentos de angustia: la Comunidad Valenciana, paralizada ante el temporal

Las consecuencias Las fuertes lluvias han mantenido este martes en aviso a nueve provincias, en especial la Comunidad Valenciana, donde se han vivido los momentos más angustiosos.

Crecida del río Palancia a su paso por Sagunto, a 4 de marzo de 2025, en Valencia (España).

La lluvia y las olas han mantenido este martes en aviso a nueve provincias en un día en el toda la Comunidad Valenciana permanece en nivel naranja por precipitaciones, según la predicción de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Pero lo vivido este lunes hizo recordar y temer a una situación similar a la de la trágica dana del pasado octubre. Unas fuertes lluvias que han obligado a cortar carreteras suspender clases y realizar rescates de emergencia.

Valencia, Castellón y Alicante se encuentran prácticamente paralizados. No ha habido clases, se han suspendido las actividades al aire libre y se recomienda limitar los desplazamientos.

No es para menos después de la larga noche de este martes en los que los bomberos de Castellón trabajaron sin descanso bajo un temporal que ha dejado acumulados más de 250 litros por metro cuadrado en el interior de Castellón, en 48 horas. Con muchos puntos del interior de la provincia inundados, los bomberos han tenido que rescatar a muchos conductores trabajar de forma continua en achiques. Los Bomberos de Castellón atendieron doce servicios durante la noche, especialmente achiques de agua en la zona de Els Ibarsos y Sierra Engarcerán, y el rescate de diversos vehículos atrapados por agua en la CV-10 en Sant Mateu. Desde el Consorcio de Bomberos de Castellón se ha ercordado a la ciudadanía que extreme las precauciones, que evite circular por zonas inundables y nunca tratar de cruzar cauces de ríos y barrancos.

Lo más preocupante de la zona ha sido también el río Palancia, que discurre absolutamente cargado a su paso por Sagunto. También en el Turia, a su paso por Valencia, donde todos los pasos permanecen cortados y la Unidad Militar de Emergencias (UME) se centra en retirar ramas y cañas para evitar colapsos.

Las presas situadas en los puntos donde más ha llovido no paran de desembalsar agua en una situación en la que, esta vez sí, se han tomado todas las precauciones. Han ordenado el cierre de todos los centros educactivos y casi todas las actividades de las fallas se han suspendido. Además, ayuntamientos como el de Algemesí han facilitado sacos de arena a sus vecinos para proteger sus viviendas.

Además, la Consellería de Sanidad ha suspendido las citas médicas programadas esta tarde y todo el día de mañana, a excepción de las oncológicas, diálisis y cirugías con ingreso siempre que sea posible el desplazamiento, en las provincias de Castellón y Valencia y los departamentos de salud de Dénia y Alcoi debido al nivel de emergencia actual por las condiciones climatológicas.

Fuera de la Comunidad Valenciana, Andalucía también ha sufrido importantes estragos. En Jerez, unas 40 personas quedaron atrapadas dentro de sus vehículos en la AP-4, la principal comunicación entre Sevilla y Cádiz, en la noche del lunes al martes, cuando el Arroyo Salado desbordó por las fuertes lluvias. En Jerez de la Frontera, la lluvia también provocaba el corte de la AP-4. En Torremel-Garejo el agua llegó a inundar algunas viviendas.

Lo peor de Canarias, en Telde

Más lejos, pero también sufriendo los efectos del temporal, la tromba de agua más terrible en Canarias se sufrió en Telde, en Gran Canaria. Allí vimos coches arrastrados por el torrente: varias personas fueron rescatadas por sus vecinos. Ya este martes, mientras limpiaban de barro sus calles, recordaban el miedo que pasaron.

La fuerza del agua se llevó coches que han terminado en el mar y una mujer tuvo que ser rescatada desde dentro de su vehículo, en plena riada. Este martes, la imagen un barrio de Salinetas con garajes aún llenos de agua y barro. El Ayuntamiento asegura estar acutando, pero los vecinos piden ayuda para sacar el lodo de sus casas. Poco a poco, Telde comienza a recuperarse de la gran tormenta, por suerte, sin pérdidas humanas.