Los cocheros de Málaga piden puestos de trabajo y una "indemnización justa" al Ayuntamiento ante el fin de los coches de caballos

El fin de los coches de caballos en Málaga se acerca. El alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, ha anunciado que su fin llegará este mismo año y ha asegurado que lo hace pensando en el bienestar de los animales, así como en la imagen que ofrecen al mundo.

Los vecinos llevan años pidiendo que se acabe con este tipo de actividad debido a las condiciones de calor extremo y al estrés que sufren. Una turista italiana denunciaba con un vídeo en redes sociales las condiciones inhumanas que sufrían: "Con la lengua fuera y babeando. Pobrecito", se la escucha decir.

A esto se suma los malos olores que provocan. "Huele fatal. Es raro el día que no huela y encima torturando a los animales", denuncia un avecina. Otro defiende que "los caballos están para otra cosa".

Es por eso que el Ayuntamiento de Málaga se ha fijado finales de año para terminar con la actividad de los coches de caballo y que los 25 que quedan dejen de operar. "Nos hemos fijado como objetivo culminar este año la amortización de las licencias de servicio de transportes de viajeros en coche de caballos", ha manifestado el alcalde de la ciudad.

Pero este cese de actividad preocupa económicamente a los cocheros. "Una vez que termine de aquí me tendré que buscar otro trabajo", comenta uno de ellos. Otro pide "consideración" y que el Ayuntamiento les "proporcione un buen puesto de trabajo y una indemnización justa".

Asimismo, desde el consistorio han anunciado que quieren quitar los coches de caballos y sustituirlos por bicicletas eléctricas. "Queremos llegar a 1.000 con más de 100 estaciones", ha afirmado Francisco de la Torre.

Una medida que no comparten los cocheros, que defienden que "lo más económico que hay en Málaga para enseñar la ciudad es el coche de caballos". "Son 30 euros cuatro personas media hora", indican.

Pero sí convence a algunos vecinos. "No está bien hacer trabajar a los animales", defiende una de ellas; mientras que otro pide que "el patrimonio y las costumbres sirvan", porque, si no, "fuera".

Esta prohibición que parce que llegará a final de año no permitirá que los caballos vuelvan a estar durante horas al sol y evitará que volvamos a ver a los animales sufrir de manera innecesaria.