El coipú, originario de Sudamérica y catalogado como una de las especies exóticas invasoras más dañinas del mundo, sigue siendo una amenaza en Cataluña y otras regiones del norte de España. Este roedor, que a primera vista podría confundirse con un castor o una nutria, presenta características distintivas que lo convierten en un problema significativo para el ecosistema local.

Según Quim Portet, técnico de especies exóticas invasoras del Departament Acció Climàtica, el coipú se distingue por sus dos incisivos prominentes, sus ojos situados en la parte superior de la cabeza y una cola estrecha similar a la de una rata. Sus patas traseras, palmadas como las de un pato, lo hacen un nadador eficiente. Habita en zonas húmedas como ríos y estanques, donde su voracidad y capacidad de reproducción rápida tienen un impacto devastador.

Josep Pericay, presidente de la Agrupación de Defensa del Arroz de Pals, señala que los coipús destruyen cada año entre 25 y 30 hectáreas de arroz en l’Empordà, lo que equivale a hasta 100 toneladas de arroz. "El coipú puede consumir hasta un tercio de su peso diario en hierba, lo que afecta a la vegetación y a especies en peligro de extinción", explica Portet.

Laura Moreno, responsable del programa de especies de WWF España, añade que el daño más grave es la destrucción del hábitat de aves que utilizan estos espacios para anidar. Además, los coipús se reproducen rápidamente, con camadas de entre cuatro y ocho ejemplares que pueden criar dos o tres veces al año.

A pesar de los esfuerzos para controlar su población, que en Cataluña ha disminuido en un 40%, el coipu sigue siendo una preocupación. Aunque se han encontrado ejemplares al sur de Alicante, la mayoría se concentra en País Vasco, Navarra y Cataluña, originarios en su mayoría de granjas peleteras del sur de Francia.

Portet advierte sobre los riesgos para la salud: "Los coipús son portadores de enfermedades infecciosas que pueden afectar a humanos, mascotas y animales salvajes". Por lo tanto, si se avista un coipu, la recomendación es contactar con el 112 para gestionar su captura de manera segura.