A Coruña
Un colegio de Narón (Galicia) denuncia la agresión de una madre a su hija tras detectarle moratones en varias partes del cuerpo
¿Qué pasó? La pequeña, de nueve años de edad, apareció en el centro educativo con moratones en piernas, rostros y otras partes del cuerpo. La madre no podrá comunicarse ni acercarse a ella.

Resumen IA supervisado
Un colegio en Narón, A Coruña, denunció la agresión de una madre a su hija de nueve años, quien llegó al centro con moratones. La profesora notó las marcas el 21 de marzo y al preguntar, la niña confesó que su madre la golpeó con un cinturón tras conocer sus suspensos. El colegio contactó con la Policía, y la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) inició la investigación. La madre, con dos hijas a cargo, admitió los hechos. El Juzgado de Ferrol emitió una orden de protección para las niñas, ahora al cuidado de su abuela, mientras se investigan medidas para su bienestar futuro. La madre fue atendida por una crisis de ansiedad.
* Resumen supervisado por periodistas.
Un colegio del municipio de Narón, en A Coruña, ha denunciado la agresión de una madre a su hija, de tan solo nueve años, que apareció en el centro educativo con varios moratones y magulladuras en piernas, rostros y otras partes del cuerpo.
Fue la profesora de la menor la que se percató de las marcas el pasado 21 de marzo y no dudó en preguntarle a la pequeña qué le había pasado. Esta, por su parte, confesó que su madre le había pegado con un cinturón la tarde anterior al conocer los suspensos que había obtenido en el cole.
El centro escolar se puso en contacto inmediatamente con la comisaría de Policía de la localidad para contar lo sucedido y fue la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) la que se hizo cargo de la investigación de este caso de maltrato infantil. La madre, de corta edad y a cargo de sus dos hijas -de nueve y cinco años-, no tardó en admitir los hechos y aseguró que se encontraba en un mal momento, se vio desbordada y repitió el castigo que había presenciado tantas veces en su país de origen. Creía que, de esta manera, conseguiría hacer recapacitar a la pequeña y que estudiara más. También aseguró que se arrepentía de lo que había hecho.
El Juzgado de Instrucción número 2 de Ferrol, en funciones de guardia, emitió una orden de protección para ambas hermanas, prohibiendo a la madre acercarse o comunicarse con ellas. Las menores fueron trasladadas al cuidado de su abuela, mientras desde el área de Servicios Sociales y el Instituto de Medicina Legal (Imegal) de Ferrol abrieron un expediente para velar por el futuro de las dos niñas, incluso después de que se acabe el proceso judicial.
La madre, que sufrió una crisis de ansiedad durante la investigación, fue atendida por los servicios sanitarios.