Con el plan de ahorro energéticodel Gobierno, los comercios tendrán que limitar la temperatura de los aires acondicionados y de las calefacciones, al igual que lo harán los edificios públicos, las estaciones de transporte o los lugares culturales. La medida, con la que se pretende ahorrar energía y además podría ayudar a los establecimientos a ahorrar en la factura de la luz no gusta a todos los comercios que deberán aplicarla.
Desde la Confederación Española de Comercio comparten el fondo del plan, pero piden que se tenga en cuenta ciertas particularidades, como la zona geográfica o el tipo de negocio. Defienden que no es lo mismo un local en Córdoba que en A Coruña, igual que no es lo mismo una tienda de ropa que otra en la que se venda comida, por lo que demandan "flexibilidad" a la hora de aplicar las restricciones.
Algunos negocios, a disgusto, se preparan para instalar puertas en sus locales. Hay quienes aseguran que los 27ºC no invitan a los clientes a entrar en una tienda a probarse ropa o que con 23ºC los clientes de un restaurante ya se quejan del calor.
Otros, en cambio, ya han comenzado a utilizar el aire a la temperatura marcada por el Ejecutivo para poder ir comprobando el efecto. También están los que han decidido adoptar otras medidas, como la de instalar toldos, para apostar por cuenta propia por el ahorro energético al conseguir así que baje la temperatura.
En cuanto a tener queapagar los escaparatesa las diez de la noche, la Asociación Empresarial del Comercio Textil de la Comunidad de Madrid lo critica. "Es la principal herramienta de marketing que tiene el comercio para atraer a clientes a su tienda", asegura el presidente de Acotex, que añade además que hacen "una labor social ciudadana" dando luz a las calles de nuestras ciudades y haciendo que sean seguras.
Las excepciones
Las peluquerías son uno de los negocios que quedan fuera del cumplimientode la normativa de ahorro energético. Lo mismo ocurre con las lavanderías y los gimnasios, ya que el Ministerio entiende que 27ºC es una temperatura demasiado alta para estos espacios.
También quedan fuera de la norma los aviones, autobuses y trenes, o las habitaciones de hotel, aunque en el resto de espacios comunes se deberá cumplir la norma.
Además, el decreto recoge que quedarán exentas aquellas superficies que no puedan cumplir por condiciones laborales o del sector. Es el caso de las farmacias, que no subirán de 25ºC aunque tengan temperaturas especificas para algunos medicamentos y los separen en otras estancias.
A esa exención por sectores se acogerán muchos supermercados y tiendas de alimentación, porque aunque los productos que más frío necesitan están en cámaras, hay otro en pasillos que no podrían estar a 27 grados como el chocolate o la fruta.
Y por las condiciones laborales, tampoco cambiará la temperatura en lugares como cocinas de restaurantes o superficies donde un cambio en el termómetro pueda poner en riesgo la salud de los trabajadores.