Un plato con la típica decoración navideña y sobre él, en lugar de un pavo, aparece una cabeza asada de perro. La impactante imagen forma parte de la campaña publicitaria de PETA que ha estado a punto de verse en los autobuses de Londres.

A pesar de que la imagen iba a circular por la ciudad británica, una decisión de última hora de los responsables de los autobuses ha echado por tierra la campaña de esta organización animalista, según informa en su propia página web.

PETA denuncia que la decisión es "vergonzosa" y explica que la explicación que ha recibido es que podrían "ofender". Además, insiste en que todos los animales tienen "la misma capacidad de sentir dolor, como los perros con los que compartimos nuestras casas".

Por último, la organización animalista hace un llamamiento a disfrutar de comidas navideñas "que no tengan el cadáver de un animal como pieza central" y propone también algunos menús alternativos.

Gato negro al acecho