El primer domingo del verano se estrena en Córdoba con temperaturas que casi alcanzan los 40 grados y que ya son difíciles de soportar. Así, el abanico se convierte en un imprescindible y las fuentes de agua son fundamentales para refrescarse.

El calor es sofocante y hay que refrescarse con algo. Así que, además del agua, muchos optan por los helados o los granizados. Además, pasear por zonas con árboles o toldos dan una tregua y alivia ya que ir por la sombra se nota y evita que el calor sea tan sofocante.

A cierta hora ya se hace complicado estar al sol. Así, los bares muchas veces son los más solicitados, donde algunos empresarios ponen ventiladores para que los consumidores puedan disfrutar de un tentempié sin pasar mucho calor y sobrevivir al verano cordobés.